El secretario general del organismo panárabe, Nabil al Arabi, aceptó la dimisión de Al Dabi y propuso nombrar como nuevo responsable de la misión al exministro de Asuntos Exteriores jordano Abdulilá al Jatib, quien se mostró a favor y está a la espera de la aprobación final del Consejo de la Liga Árabe.

Está previsto que los ministros de Asuntos Exteriores de la Liga Árabe se reúnan esta tarde en El Cairo con el fin de estudiar la posibilidad de formar una misión de observadores conjunta con las Naciones Unidas para que compruebe sobre el terreno la situación en Siria.

La designación de Al Dabi como jefe de la delegación de observadores generó en un principio numerosas críticas de los opositores sirios, que denunciaron que un general involucrado en los crímenes de la región sudanesa de Darfur encabezara la investigación de los posibles abusos cometidos en Siria.

Según fuentes de la organización panárabe, la renuncia del sudanés allanaría el camino para que los ministros árabes estudien el envío de una misión conjunta de la Liga Árabe y la ONU para Siria.

El deterioro de la seguridad en Siria llevó a la Liga Árabe a suspender el pasado 28 de enero su misión de observadores en el país, una medida que sigue en pie hasta que los titulares de Exteriores tomen una decisión al respecto.

Además, el grupo de contacto de la Liga Árabe sobre Siria se encuentra reunido para analizar un proyecto del Consejo de Cooperación del Golfo (CCG) que establece la retirada de todos los embajadores de los países árabes en Siria y la salida de sus homólogos sirios de las respectivas capitales.

Las monarquías del Golfo (Arabia Saudí, Catar, Omán, Kuwait, Baréin y los Emiratos Árabes Unidos) decidieron el pasado martes retirar a sus embajadores de Damasco debido al aumento de la violencia y el rechazo del régimen sirio a la iniciativa árabe que estipula, entre otros puntos, que el presidente sirio, Bachar Al Asad, traspase sus poderes al vicepresidente y se forme un Gobierno de unidad nacional.

Asimismo, el grupo de contacto podría reconocer al Consejo Nacional Sirio (CNS), el principal órgano de la oposición en el exilio, como representante del pueblo sirio e invitarle a la reunión urgente de los ministros árabes, agregaron las fuentes.

Por otra parte, está previsto que Al Arabi presente un informe sobre sus contactos con los países árabes y occidentales en la búsqueda de una solución a la crisis siria, después del reciente veto de Rusia y China a la propuesta árabe en el Consejo de Seguridad de la ONU.

Los países árabes analizarán también nuevas medidas para presionar al régimen de Bachar al Asad y una propuesta de Turquía para acoger una conferencia internacional sobre Siria.
Desde que comenzaran las protestas contra el régimen de Al Asad en marzo de 2011, más de 5.000 personas han muerto por la represión gubernamental, según la ONU, si bien el régimen culpa de la violencia a supuestos grupos terroristas.