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Asia

Sevilla

La Duquesa sufre una fisura en la pelvis

Doña Cayetana y Alfonso Díez el jueves pasado, en Sevilla larazon

Era la gran protagonista de la jornada pero, al final, se convirtió en la gran ausente. La presentación del libro «Yo, Cayetana», que recoge las memorias de la Duquesa de Alba, no se pudo celebrar ayer en Sevilla, tal y como estaba previsto y el acto tuvo que ser suspendido. Mientras se encontraba en el Palacio de Dueñas, la Duquesa sufrió un accidente doméstico que le provocó una fisura en la pelvis y le obligó a permanecer varias horas en el hospital. Aquejada de un «fuerte dolor» y con problemas para caminar, Cayetana mantuvo hasta el final del día la esperanza de poder acudir a su cita con los medios, sin embargo, su médico de confianza, el doctor Trujillo le recomendó permanecer en reposo absoluto.

En los Reales Alcázares de Sevilla, donde estaba programada la presentación, había un gran número de periodistas congregados (casi tantos como el día de su boda con Alfonso Díez), pero en torno a las ocho de la tarde, los periodistas pasaron de la expectación al desconcierto, cuando se anunció que Doña Cayetana se veía obligada a suspender su asistencia. Fue Ana Rosa Semprún, editora del libro, quien anunció que la aristócrata sufría una «pequeña fisura» y que, aunque estaba «bien» y ya en el Palacio de Dueñas, no podía acudir al evento.

Sus aclamadas memorias
Era una cita que la Duquesa esperaba con emoción, no sólo porque el acto de presentación suponía el primer evento oficial al que acudía con Alfonso Díez ya convertido en su esposo y duque consorte, sino también porque en el libro «Yo, Cayetana» mostraba su carácter genuino. Algunos, cuando lo lean, afirmarán que faltan muchas historias, pero es que es una señora que, de todo lo que tiene, sólo enseña la mitad. La otra mitad forma parte de su sangre y de su piel. Habrá quien se escandalice, quien se entusiasme e incluso algunos la criticarán con dureza. Lo que nunca hará Cayetana será dejar indiferente.

Como no podía ser de otro modo, la Duquesa había elegido Sevilla para presentar de manera oficial su biografía, que salió a la venta el 11 de octubre. En la ciudad siempre es reina, por eso el acto se iba a celebrar en el Real Alcázar, donde, a petición de Cayetana, iba a actuar de presentador el sumo pontífice de lo sevillano, Antonio Burgos que, al final, fue uno de los mayores sorprendidos ante la mala noticia.

Además de Burgos, había un gran número de invitados. Entre ellos, su incondicional Carmen Tello, madrina de su boda, amiga y siempre al quite de cualquier problema. También iban a arroparla el diestro Curro Romero, los marqueses de Benamejí y Carmen Cobo, quienes siempre acompañan a Cayetana en la mayoría de los actos a los que acude y en la intimidad de Dueñas, donde recibe con la calidez de la mejor anfitriona. La Duquesa era quien iba, según lo previsto, a encargarse de clausurar el acto recordando algunos pasajes más importantes de su vida . Con cariño y con críticas, la Duquesa siempre será un personaje de primerísima fila, como lleva siéndolo desde hace más de 80 años. Sin embargo, habrá que esperar a que se recupere para poder asistir a la tan esperada cita con «Yo, Cayetena», las memorias de una Duquesa rebelde.

 

Adiós a la esperada luna de miel
Hasta seis maletas había encargado ya la Duquesa para su viaje a Tailandia, a pesar de las recomendaciones del doctor Trujillo, quien en repetidas ocasiones le aseguró que un viaje de estas características podría pasarle factura a su salud, teniendo en cuenta su edad. Pero Cayetana hizo oídos sordos y una vez más se mantuvo en sus trece, repitiéndole en varias ocasiones que se sentía en plena forma. Hasta ayer. Una inoportuna caída, que como consecuencia ha ocasionado la fisura de la cadera de la aristócrata, el matrimonio deberá posponer el viaje de veinte días a Asia que tenían previsto comenzar el próximo 1 de noviembre. Parece que Cayetana, muy a su pesar, deberá seguir los consejos de su médico de cabecera y disfrutar de la compañía de sus amistades en el Palacio de Dueñas, o como mucho, hacer una pequeña escapada dentro del territorio español, como ha hecho desde que contrajo matrimonio con Alfonso Díez.