Moda
Luces (y sombras) de bohemia
Marcarán la temporada otoño-invierno los colores-joya, pieles exóticas, aires masculinos, mucho mix de blanco y negro y la inspiración «setentera»
Basta darse ya una vuelta por grandes cadenas de moda «low cost» como Zara, Uterqüe o Accessorize para observar que la «amenaza» va en serio: la tendencia que pisa con más fuerza esta temporada llega directamente de la década de los años 70. El estilo bohemio de tres iconos de la época como fueron Diane Keaton en «Annie Hall», Ali McGraw en «Love Story» y la modelo Lauren Hutton, se consolida como la propuesta estrella. Y si hay una década a la que temer en términos de moda, ésa es la de los setenta.
Por eso conviene no dejarse llevar sin más por estas «luces de bohemia» que pueden llegar a deslumbrar, y seguir sus atractivos looks de la forma más digna posible. ¿Algunos ejemplos? Los que marcan creadores como Giorgio Armani, quien superpone a fabulosos vestidos largos estampados los imprescindibles chalecos de pelo ceñidos con maxi cinturones y, cómo no, la pieza que más veces veremos por las calles: el sombrero de ala ancha en tonos café. Otra de las piezas estrella de la tendencia seventies es, por supuesto, el temido pantalón de campana y con cintura alta. Marc by Marc Jacobs le da una vuelta al bajo y lo combina con chaquetas cropped (por encima de la cintura), mientras que Etro amplía algo más su silueta, le suma jersey de cuello alto y cazadora de cuero con cuello «peludo». Gucci también apuesta el todo por el todo a los setenta, aunque en una versión más refinada: tejidos opulentos y colores joya como ámbar y zafiro, combinados con el rigor y la elegancia del gris antracita.
Una vez superado el trance setentero, la masculinidad se vuelve más femenina que nunca.
Llevar los pantalones será cosa de mujeres... ¡De mujeres poderosamente femeninas! Y aunque la noche se sigue vistiendo de largo con fastuosos vestidos en gasas semitransparentes como los de Dolce & Gabbana con print de estrellas, los de inspiración camisera deluxe firmados por Valentino, o los ultra sexys y descarados de Emilio Pucci, jugar a la androginia fashion nos mantendrá más que entretenidas.
Tommy Hilfiger despliega todas sus artes en impecables trajes sastre llevados con «taconazos», mientras que Alexander Wang estrecha el pantalón, amplía la blazer y le suma mocasines metalizados.Otro clásico de la sastrería, Paul Smith, acorta el pantalón y suma camisas completamente transparentes. Giorgio Armani propone delicados trajes en tonos empolvados a los que imprime un golpe de efecto con un par de vueltas al bajo. Por su parte, Salvatore Ferragamo le suma abrigos trench y zapatos tipo salón de auténtica ejecutiva «agresiva».
Flecos y colores
Para mujeres de vidas alternativas o independientes se hace especialmente interesante la inspiración «western» (de los indios americanos), una especie de totum revolutum donde caben tanto flecos en bolsos y botas (léase Isabel Marant), espectaculares y coloristas abrigos tipo poncho como los de Chloé o los detalles de pelo y plumas que propone Roberto Cavalli.
La prenda más novedosa puede que sea el abrigo en imitación de pitón, y con maxi cuello en pelo teñido, creado por Miuccia Prada. Atención también a Gucci y sus soberbias faldas en piel grabada y de colores azul o verde. Y aunque pueda parecer una obviedad, el binomio B&N vuelve a perfilarse como otra de las claves triunfales. Y no sólo mediante el mix de prendas en uno u otro color, como los maxi tops en blanco con pantalón negro de Jil Sander, Céline o Burberry Prorsum; también mediante un recurso que sorprende especialmente: el de las pajaritas (Ralph Lauren, Moschino), falsos cuellos (Louis Vuitton, Antonio Marras, Calvin Klein, Miu Miu), tirantes negros sobre camisas blancas (Dolce & Gabbana), y lazadas que adornan blusas y vestidos en gasa (Jason Wu y Gucci).