Las incertidumbres sobre el nuevo plan de rescate y la situación de Grecia están complicando las cosas a la economía española.

-¿Por qué afecta a España la incertidumbre de la deuda griega?
– Una de las causas que condujo a la crisis fue la generalización de cierta insensibilidad ante el riesgo en los mercados. El estallido de la crisis nos ha llevado al extremo opuesto, en el que los mercados se muestran muy susceptibles ante cualquier indicio de problemas. Así, aunque la situación de la economía española es básicamente la misma sea cual sea el desenlace en el caso de Grecia, la creciente incertidumbre acerca de la deuda helena aumenta los temores sobre España. Lo hace porque, si bien estamos muy lejos de padecer los problemas de Grecia, nuestra situación es de debilidad, con malas expectativas de crecimiento y serias dificultades para reconducir los desequilibrios fiscales.

-¿Qué medidas habría que poner en marcha para corregirlo?
– Son necesarias medidas en dos direcciones. Por un lado, es imprescindible reconducir las cuentas públicas hacia menores niveles de déficit y endeudamiento. En este sentido, es a las CC AA a las que se ha de pedir un mayor esfuerzo. De otra parte, hay que aplicar reformas que mejoren las malas perspectivas de crecimiento. Estamos desaprovechando oportunidades para ello. El fracaso en la reforma de la negociación colectiva es el último ejemplo de una cautela excesiva y mal entendida que resta credibilidad.

-¿Tendrían las entidades que paralizar la inminente salida a bolsa?
– El problema de que entidades como Bankia retrasen su salida a bolsa es que los mercados podrían sufrir más tensiones si interpretaran que se demora de nuevo el final de la reforma de nuestro sistema financiero. Se iniciaría así un círculo vicioso, en el que la incertidumbre dificulta la recapitalización de las entidades y esto eleva en los mercados la percepción de que España sufre serios problemas financieros.

José Luis Álvarez
Profesor de Economía de la Universidad de Navarra