Congreso Extraordinario del PSOE
Gallardón de campaña con Griso y Quintana por Jesús Mariñas
El alcalde se envalentonó y cogió impulso con lo reconocido y exaltado por un Bertín Osborne en estado de gracia: «Es el mejor alcalde que ha tenido Madrid, aunque gaste un montón...». De ahí que Ruiz-Gallardón aprovechase los Premios Pata Negra, con pernil de Guijuelo incluido, para hacer propaganda. Cuchicheó al oído de Susanna Griso: «Oye, cuando quieras voy a tu programa...». «Pero si llevamos semanas tras de ti, alcalde». «Ya, pero es que ahora estoy en campaña. Y todo vale», algo similar a lo que le soltó a una Ana Rosa Quintana sentada a su diestra.
Dos perfiles de mujer triunfadora: mientras la barcelonesa se estilizó más aún bajo un semi chaqué o levita de Zara, su compañera de Telecinco optó por remarcar su aire felino con una gabardina atigrada y zapatos igualmente manchados. Fiesta grande y reanimadora del alicaído Madrid. Se notó en la corbata nazarena de Fernández Tapias. Bertín vestía tweed fiel a su estilo británico verde musgo, mientras Bigas Luna mostró estética barcelonesa todo de negro, con aire Antonio Miró de los 70, rematada por zapatos Tood's de plataforma. Todavía se resiente del fracaso comercial de su película con Elsa Pataky. Fue de las que menos recaudaron. «No lo entiendo, porque no está mal», comentó a Pepe Domingo Castaño ante su esposa, Celia. Mientras, Bigas suspiraba: «Han cambiado mucho los gustos del público.
Están americanizados. Por eso proyecto algo sobre la robotización», y también le hizo campaña al alcalde: «Porque España no está como dicen "esos"–se refería al Gobierno–. Gallardón es magnífico y estará hasta que él quiera o se canse», añadió Bigas. Asentían Diego Murillo, presidente de AMA, y Enrique Cerezo. Sorprendió el mano a mano del alcalde con el cineasta. Hablaron de encuadres, enfoques o de que Pronovias vistió la fiesta londinense de Ana Boyer y Tamara Falcó. Excusaron a José María García con una mentira sobre negociaciones con Telecinco, que su esposa Montse me desmintió ipso facto. Ni loco, «aunque todos deseamos verlo en activo».
«El motivo de que me separase de mi primera mujer lo oía a todas horas», reveló Bertín. «Ya sería por algo más», observó Quintana con sonrisa beatífica como emergiendo de una meditación trascendental. Dejó claro que no existe rivalidad con Susanna, que acabó llevándola a casa en su coche. Blanca del Rey remató con una lección de magisterio. Ya no quedan bailaoras así.
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