Estocolmo
Carlos Felipe de Suecia: no sin mi novia «stripper»
El príncipe presiona para que la «stripper» vaya a la boda de Victoria
Apenas llevan unos meses juntos, pero su relación parece ser algo más que una aventura. Tanto es así que el príncipe Carlos Felipe de Suecia, de 30 años, se ha empeñado en que su novia, Sofia Hellqvist, de 25, sea su acompañante el próximo sábado en la boda de su hermana y heredera al trono, la princesa Victoria. Al parecer, el único hijo varón de los reyes Carlos Gustavo y Silvia ha planteado a su familia un ultimátum. De hecho, los tabloides apuestan a que el compromiso entre ambos podría estar a la vuelta de la esquina, entre otras cosas, para justificar su presencia en el enlace real. La polémica se aviva aún más, pues la Familia Real ha invitado al enlace a su anterior novia, Emma Pernald. Su ex, que también tiene nueva pareja, aceptó la propuesta, lo que ha generado el consiguiente enfado de Carlos Felipe, que solicitó que le impidan la entrada. Se trata pues de otro quebradero más de cabeza para los monarcas tras la ruptura de su otra hija, la princesa Magdalena, con su prometido. Poco después de que el segundo en la sucesión al trono diera por finalizado su noviazgo en marzo de 2009 con la que fuera su novia durante diez años, comenzó a dejarse ver con Sofía. Se conocieron hace dos años, y pero fue el pasado verano cuando coincidieron de forma continuada en las noches de Estocolmo. El problema radica en que Hellqvist es una vieja conocida de los suecos. Esta joven «stripper» participó en «Paradise Hotel», un «reality show» televisivo de formato similar a «Gran Hermano», pero en el que las suites de lujo y las hormonas de los participantes hacían del popular «edredoning» prácticamente el único tema del programa. Y como cualquier concursante que se precie, a su salida del hotel se convirtió en una habitual de las revistas eróticas del país.
Viven juntosCuentan los medios de comunicación suecos que la princesa Victoria ha intentado convencer varias veces a su hermano de que no siga saliendo con Sofia. Sin embargo, a Carlos Felipe no parece importarle su pasado y, lejos de amedrentarse, da pasos en sentido contrario. El fin de año lo pasaron juntos con unos amigos en Sälen, a las afueras de Estocolmo, y durante el invierno se habían visto los fines de semana en la capital, cuando el príncipe Carlos regresaba de Alnarp, al sur del país, donde estudia en la universidad desde hace un año. En Semana Santa compartieron la casa de verano que los Reyes tienen en Sunne. Desde hace unas semanas viven juntos en Estocolmo y, según asegura el diario «Aftonbladet», ella está realizando grandes esfuerzos para cambiar de vida, costumbres y círculo de amistades para lograr el visto bueno de los reyes. El seguimiento de los «paparazzi» a la pareja es permanente. De hecho, la pasada semana el príncipe perdió los nervios ante unos fotógrafos que buscaban a su novia en una carrera de coches en la que él participó. «Ya es suficiente», les espetó Carlos Felipe.
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