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Sevilla

El PSOE se agrieta 48 horas después de la llamada a la unidad de Zapatero

La dimisión del que fuera «número dos» de Chaves en el PSOE-A desata una crisis y acorrala a Griñán> El PSC rompe la ortodoxia de ferraz y aviva el debate de las primarias> Rajoy: «Debe convocar elecciones»

Zapatero y Chaves, ayer, en la reunión de la Ejecutiva del PSOE larazon

SEVILLA- Escasas 48 horas han transcurrido entre la llamada al orden de Rodríguez Zapatero en el Comité Ejecutivo en el que anunció que no volvería a ser candidato, para que el partido estuviera unido y que centrara todas sus fuerzas en la difícil cita del 22 de mayo; y el estallido de la primera gran crisis en el PSOE andaluz, el primer granero de votos de la formación a nivel nacional.

Con la dimisión ayer del consejero de Gobernación y Justicia de la Junta de Andalucía, Luis Pizarro, se abre una profunda falla en el Gobierno andaluz y en el PSOE-A. Pero especialmente en el partido. Pizarro fue la mano derecha de Chaves en el Partido Socialista durante los 16 años en los que el ahora vicepresidente tercero del Gobierno estuvo al frente de la formación en la comunidad. Las consecuencias de un grupo de presión crítico aglutinado en torno a este histórico socialista, desembarazado ya de sus ataduras al Ejecutivo, son en este momento imprevisibles. Lo que sí está claro es que el presidente andaluz, José Antonio Griñán, que tiene bajo sus zapatos el escándalo de los ERE, el mayor caso de corrupción conocido en Andalucía, lo va a tener muy difícil para gobernar en los próximos meses.

Pizarro pegó un portazo al enterarse de que el Consejo de Gobierno de hoy iba a comunicar la destitución del delegado de la Junta en Cádiz, Gabriel Almagro, con el que la Ejecutiva regional socialista se cobraba una pieza por las diferencias con la provincial gaditana. Fue precisamente en Cádiz donde saltaron recientemente las primeras costuras en el partido. El secretario provincial, Francisco González Cabaña, junto con Manuel Chaves –según dejó entrever en sus declaraciones–, propuso a un candidato alternativo a la Alcaldía de Jerez, el arquitecto Manuel Ángel González Fustegueras, puenteando así al máximo dirigente del partido en Andalucía, José Antonio Griñán, que abortó posteriormente la operación e impuso a la candidata oficialista, la actual alcaldesa Pilar Sánchez.

El hasta ayer consejero de Gobernación y Justicia pertenece al conocido como el «clan de Alcalá de los Gazules» (Cádiz). Durante las dos décadas de Chaves al frente del Gobierno andaluz ha sido el principal fontanero, el hombre fuerte. El puente de mando era él en el partido y Zarrías en el Gobierno. De hecho, en el XI Congreso Regional que se celebró en julio de 2008 en Granada sonó con fuerza para tomar del propio Chaves el relevo de la Secretaría General. Finalmente –previo parón de Ferraz– siguió como «número dos», aunque con galones renovados de vicesecretario general. A partir de ese momento, con la marcha de Chaves a Madrid, los acontecimientos se precipitaron.

Griñán lo integró en su Gobierno como consejero de Gobernación en abril de 2009 para intentar mantener el equilibrio con el heredado equipo de Chaves. Sin embargo, a finales de ese mismo año el presidente andaluz forzó el partido para romper la bicefalia –Chaves seguía siendo el secretario general del PSOE-A– y tomó el timón del partido en el Congreso de marzo de 2010, donde la crisis interna socialista se cerró en falso y ya asomaron los primeros problemas. Pizarro dejó sus atribuciones ejecutivas en el Partido Socialista en ese mismo congreso que se celebró en Sevilla y cedió el testigo de «número dos» del PSOE-A a Rafael Velasco, que a finales de octubre del año pasado dimitió de todos sus cargos por otro caso de corrupción. Trascendió que la empresa de su mujer había recibido 700.000 euros en cursos de formación.

En vísperas del polémico congreso de marzo de 2010, Chaves recordó en presencia de Griñán, en una rueda de prensa conjunta en el cuartel general del PSOE-A, que en 1994, cuando accedió a la Secretaría General del PSOE-A, se encontró con un partido «dividido y enfrentado» y que lo dejaba «unido y cohesionado» al lograr una mayoría sólida que iba a estar al servicio del nuevo secretario general. La reflexión cobra ahora relevancia, toda vez que el partido apunta a una vuelta a esos años 90 –que Chaves recuerda como los peores de su trayectoria política– de rebatiña entre guerristas y renovadores.

La marcha de Pizarro fuerza a Griñán a hacer la enésima remodelación en el Ejecutivo. Son cuatro los titulares de Justicia en tres años. El próximo, Francisco Menacho, vicepresidente tercero de la Diputación de Cádiz.


Enemigos íntimos
Griñán

- El presidente andaluz ha sido uno de los hombres de máxima confianza de Chaves. Fue consejero de Economía y Hacienda entre 2004 y 2009. Esta legislatura la arrancó como «número dos» del Ejecutivo.
- Ambos tenían una relación de amistad muy estrecha. En más de una ocasión se ha aludido a las tardes de cine y fines de semana de «los dos matrimonios».
Chaves
- Manuel Chaves le cedió el testigo a José Antonio Griñán por ser una de las piezas más solventes de su Gobierno, el principal anclaje de apoyo junto con el ahora «número cuatro» del PSOE, Gaspar Zarrías.
- Las relaciones entre los dos comenzaron a deteriorarse cuando Griñán forzó el partido para romper la bicefalia y tomar las riendas en el Congreso de marzo de 2010.


Cinco crisis en la legislatura
Abril 2011 - Dimite quien fuera mano derecha de Chaves tras el relevo en Cádiz.
Octubre 2010 - Rosa Aguilar se marcha al Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural.
- Rafael Velasco dimite tras conocerse las ayudas a la empresa de su esposa.
Abril 2009 - Chaves se va y es sustituido por Griñán, que nombra nuevo Gobierno.
Agosto 2008 - Mar Moreno deja la Consejería de Obras Públicas de la Junta.



El bastión andaluz, en peligro
9,5 puntos sacó el PSOE al PP en 2007. 9 puntos es la ventaja que los sondeos dan ahora al PP
Se la juegan en Andalucía. Cuando quedan menos de dos meses para que se celebren las elecciones municipales en dicha comunidad, los socialistas tienen poco a su favor para mantener el poder en uno de sus más clásicos bastiones. Y es que el escándalo de los ERE ilegales es el último episodio que le faltaba a José Antonio Griñán para caer en picado, al menos en lo que a encuestas se refiere. El 22-M será un examen previo, pues hasta 2008 no se celebrarán elecciones al Parlamento andaluz. Eso sí, los sondeos ya otorgan al PP una holgada victoria frente al PSOE. En los pasados comicios autonómicos los socialistas se hacían con el 48, 1 por ciento de los votos y el PP con el 38,6, mientras que si se celebrasen hoy elecciones, esos resultados prácticamente se dan la vuelta. La última encuesta de NC Report para LA RAZÓN situaba la diferencia en casi 8 puntos. Incluso un sondeo encargado por la Junta daba al PP el 46,7 por ciento de los sufragios y a los socialistas sólo el 37,7 por ciento.