Urdangarín quiso hacer negocio con proyectos de odontología

MADRID- Las declaraciones ante el juez José Castro de algunos empleados de las empresas controladas por Iñaki Urdangarín y Diego Torres –imputados por un supuesto desvío de fondos públicos– no dejan en muy buen lugar la manera de proceder de esas sociedades. El pasado sábado, el magistrado preguntó a Marco Antonio Tejeiro –empleado en tareas administrativas en las distintas sociedades y encargado de tramitar las facturas– por la opinión de una antigua empleada que aseguró que los congresos por los que el Instituto Nóos ingresó cantidades millonarias (Anticorrupción cifra en 5,6 millones el montante obtenido por esa sociedad entre 2004 y 2007 de los Gobiernos balear y valenciano, sobre todo por la organización de distintos foros sobre turismo y deporte) se preparaban «un mes antes» por lo que el personal «estaba ocioso».

Facturas «al dictado»
Tejeiro dejó claro que no compartía esa valoración después de explicar al instructor que Aizoon –la empresa que compartían al 50 por ciento el Duque de Palma y la Infanta Cristina– se encargó de realizar trabajos para las cumbres de Valencia y Baleares. De esas facturas, añadió, se encargaba él mismo y su modus operandi era muy sencillo: las hacía al «dictado» de Urdangarín y Torres. De hecho, reconoció que en realidad desconocía «qué trabajos se hacían».

Eso sí, aseguró que había personas que se dedicaban a buscar información en internet, aunque no sabía sobre qué asuntos, y otras estaban empleadas como encuestadoras, aunque ignora si para las cumbres de Valencia y Baleares, a las que él mismo asistió aunque no les pagaban por ir.

Tejeiro negó que Urdangarín o Torres le pidieran en alguna ocasión que ocultara información empresarial al otro y dejó claro que no tiene ni idea de las relaciones que existieran entre ambos, aunque suponía que las decisiones sobre el día a día «las tomarían en conjunto». Él se limitaba a labores de intendencia: ordenar las facturas, ir a los bancos, pagar los impuestos, comprar material para la oficina y a asuntos administrativos en general.

Su hermano, Miguel Tejeiro, ex contable de Nóos, dijo desconocer la existencia de un folleto promocional que incluiría a Urdangarín; al asesor de las Infantas Carlos García Revenga; a Torres, como profesor de Esade; al propio Miguel Tejeiro en su calidad de profesor de IESE y a la mismísima Infanta Cristina.

El imputado fue cuestionado también por el instructor en relación a dos empresas, Denti Partners e Iodont-Mad. Tejeiro afirmó que le sonaba que se trata de sociedades «en las que participó en su día el señor Urdangarín para proyectos odontológicos relacionados con el deporte pero que fracasaron».

Tejeiro explicó el pasado sábado durante su declaración ante el juez que investiga el caso que en su despacho se hacían las declaraciones de la Renta de Urdangarín, Torres y su mujer, Ana María Tejeiro.

El «palacete» de Matas, a subasta el 25 de abril
El Juzgado de Primera Instancia número 10 de Palma fijó ayer para el 25 de abril la subasta de tres inmuebles, entre ellos el conocido como «palacete», con los que el ex presidente balear Jaume Matas garantizó un préstamo del Banco de Valencia para pagar su fianza por el «caso Palma Arena». La subasta que se fijó para el 25 de enero fue aplazada a petición de la propia entidad prestataria, que hace unos días solicitó una nueva fecha. El «palacete» es una casa señorial en Palma de unos 400 metros cuadrados que Matas adquirió por 950.000 euros cuando el valor estimado por la Agencia Tributaria era de casi 2,5 millones, y que después reformó Matas.