La JMJ más que rentable

MADRID- Cuando la Jornada Mundial de la Juventud se acercaba, allá por el mes de agosto, los organizadores insistían una y otra vez en el coste cero para el contribuyente y, tímidamente, avisaban de que además tendría un efecto beneficioso en la economía española. Ayer, cuando se cumplían cien días del encuentro de los jóvenes con el Papa, la consultora PricewaterhouseCoopers presentó un estudio de impacto económico que revela cómo la avalancha de peregrinos dejó a su paso 354,3 millones para España.

«A pesar de todo esto, queremos dejar claro que si la Iglesia decidió organizar la JMJ no fue para ganar dinero, sino para, como señaló Benedicto XVI, que los jóvenes tuvieran un encuentro personal con Cristo», subrayó el director ejecutivo del encuentro, Yago de la Cierva.
El estudio desvela que la mayor partida de beneficios fue a parar a la Comunidad de Madrid, en la que se quedaron más de 231,5 millones, con 400.000 pernoctaciones más en la región frente a las mismas fechas de 2010. De hecho, se estima que se crearon casi 3.000 puestos de trabajo sólo en Madrid y unos 5.000 en el resto de España.

«Nuestros principios básicos fueron la austeridad y la transparencia, y hemos demostrado que se puede organizar un gran evento sin que genere déficit», recordó el director financiero de la JMJ, Fernando Giménez Barriocanal, que confirmó que no se superaron los 50 millones de euros de gastos iniciales que permitieron dinamizar sectores como el hostelero. Prueba de ello es que los peregrinos llegados de 189 países –actualmente hay 194 en el mundo– se dejaron una media de entre 13,58 a 52,76 euros al día. «Además, entraron 147 millones de euros en divisas para nuestro país que vinieron para quedarse», apuntó Barriocanal, que aclaró que todavía las cuentas no están cerradas. «Tenemos una reunión con Moncloa para cerrar algunas partidas de donaciones, así como hay pendientes algunas devoluciones a jóvenes de Siria o Afganistán, que por la situación del país no pudieron venir».

Huellas profundas
Los que sí llegaron a Cuatro Vientos, se han convertido en embajadores de la ciudad. Así lo revela el estudio que defiende que nueve de cada diez jóvenes de la JMJ tienen la intención de volver a España en el futuro. Pero los ecos de la cita van mucho más allá, como comentó el cardenal Antonio María Rouco Varela: «La JMJ ha dejado huellas profundas en nuestro jóvenes que se notarán». Y eso no se puede medir desde una consultoría.