Una reserva para las tortugas de Mauritania

MADRID-A pesar de su carácter inofensivo, raras veces las tortugas de Mauritania, son domesticadas por la población. De hecho, algunos de ellos se las comen, y otros las matan, como ciertos luchadores supersticiosos, que usan su caparazón como amuleto de lucha, creyendo que esto podría asegurarles su victoria en combate, en las tradicionales luchas mauritanas.

Por ello, en la capital del país, Nuakchot, existe una insólita y pequeña reserva de tortugas cuyo objetivo es proteger esta especie. Así, como explica Bamba Uld Sueidatt, el propietario de la pequeña reserva «la idea nació hace 10 años, cuando, paseando por la sabana, encontré a dos hombres que cocinaban a una tortuga para el almuerzo y ataban a una segunda para comérsela más tarde».

Estupefacto ante aquel «macabro espectáculo», Sueidatt decidió liberar a la tortuga, comprándosela por 42 euros a aquellos hombres. De esta forma, fue como ese ejemplar se convirtió en el primero de la futura reserva, instalada sobre una superficie de 3.000 metros cuadrados, y que cuenta actualmente con una veintena de hembras reproductoras. Dentro de la pequeña reserva, las tortugas pueden refugiarse durante la hibernación en la intimidad de jaulas especiales construidas con cemento o provistas de rejas. Sueidatt agregó que a la edad de 10 años los ejemplares adultos (unos sesenta al año) son liberados en un entorno natural con hierba, para que las tortugas puedan acomodarse a su nueva situación fácilmente.

Traslado de la reserva
La minigranja recibe a menudo visitas de investigadores y de universitarios deseosos de estudiar las tortugas, así como a niños curiosos por ver a estas criaturas viviendo en grupo con sus crías. Sueidatt aspira a trasladar su minireserva a un terreno de 120.00 metros cuadrados que posee a 160 kilómetros al sur de Nuakchot, pero no dispone de materiales que le permitan acondicionar un espacio adecuado, sobre todo, con un pozo de agua y árboles. Y es que la salud de las tortugas puede verse comprometida en su ubicación actual por la proximidad de talleres mecánicos y el riesgo que supone para el medio ambiente el vertido de sus lubricantes.

Las tortugas americanas, desaparecerán
La populares tortuguitas americanas desaparecerán de las tiendas del comercio en el plazo aproximado de un año por constituir una amenaza grave para los galápagos autóctonos. Aunque estos animales domésticos puedan parecer «muy graciosos», nunca tendrían que haberse comercializado porque, al final, alcanzan un gran tamaño y sus propietarios acaban por soltarlos, explicó el responsable de la campaña de especies de WWF, Luis Suárez. Además su mayor fortaleza,agresividad voracidad y mayor capacidad de reproducción hace que desplace del medio a los galápagos autóctonos, ha añadido Suárez.