Amando y los demás

Así escribió en el último número de la revista «Leer» José Luis Gutiérrez: «Te recuerdo, Amando (O el hombre que siempre está escribiendo un libro)». Tal es el caso, en efecto, del distinguido catedrático y sociólogo Amando de Miguel, con quien he tenido la fortuna de anudar caminos y amistad desde hace años, y que acaba de publicar «Memorias y Desahogos». La edición de Infova es excelente, atractiva y cuidada, como lo es la selección de fotografías que ilustra el volumen. A Amando le gusta la gente, cómo es, cómo piensa y cómo habla. Sus predilecciones académicas y personales protagonizan este libro, que no es sin embargo sólo una autobiografía, y muy interesante, por cierto, sino también la biografía de una generación. No es que seamos los demás réplicas suyas. Ya nos gustaría. Pocos alcanzan su brillo intelectual y erudición, su modestia cuando está cargado de honores y sabiduría, su amabilidad frente a los disparates que se dicen y le dicen, su incorrección política y su espíritu liberal con los que podría dar sopas con honda a los cansinos que pretenden, por ejemplo, enseñar progresismo y antifranquismo. Siendo original en su vida y sus ideas, empero, al autorretratarse nos ha retratado a los demás, y ha escrito la historia de nuestra generación y de nuestro tiempo. Hablando de tiempo, hay que ver qué jóvenes estábamos en esa foto preciosa entre las bobinas de «Diario 16» con Juan Tomás de Salas al frente.