Trias se enfrenta en su primer examen a carteristas trileros turistas y lateros

BARCELONA- Hará un año más o menos, Xavier Trias, entonces en la oposición, se quejaba del aspecto desaliñado que ofrecía el centro de Barcelona. Tras una rueda de Prensa como presidente del grupo municipal de CiU, explicó que, durante un breve paseo desde la Rambla hasta la plaza Sant Jaume, se había cruzado con unos carteristas y lamentó que el Ayuntamiento de Barcelona no se esforzara más para evitar escenas como la que acababa de vivir. En un año, los carteristas no han desaparecido de la ciudad, pero ahora el alcalde es él y ya no puede seguir culpando a los socialistas de todos los males que asolan a Barcelona.

El primer examen al que se enfrenta el equipo de Trias no es fácil, la administración del verano viene a ser las matemáticas de la gestión municipal. El ex alcalde de Barcelona, Joan Clos, acabó perdiendo la vara de mando tras un verano en el que la Prensa le bombardeó con imágenes de trileros timando a turistas, turistas orinando detrás de la Catedral de Barcelona, «botellones» en la plaza del Sol de Gràcia y carteristas haciendo su agosto en el Metro.
Otro ex alcalde, en este caso, Jordi Hereu, también sudó la gota gorda hace dos veranos, cuando un diario publicó las fotografías de unas prostitutas «trabajando» bajo los arcos de la Boquería.

Más medidas de seguridad
Para plantar cara a la llegada de turistas que, entre otras cosas, atrae a más carteristas y trileros, Trias ha movido varias fichas al frente de la seguridad de Barcelona. Hace una semana anunció el fichaje de Joan Delort como gerente de Seguridad. Experiencia no le falta, Delort ha sido alto cargo en el Departamento de Interior con CiU y el tripartito. Esto significa que pasa a liderar la Guardia Urbana el hombre que hasta hace seis meses era el jefe máximo de los Mossos d' Esquadra. Delort estará bajo la supervisión del primer teniente de alcalde, Joaquim Forn, que también gestiona Presidencia, Movilidad y Régimen Interior.
Y anteayer destituyó a Xavier Vilaró y nombró al intendente Evelio Vázquez nuevo jefe de la Guardia Urbana.

También cuenta con nuevas herramientas que forjó el equipo de Hereu, como los 236 nuevos agentes de la Guardia Urbana que se incorporaron ayer, o una ordenanza de civismo reforzada que castiga el seminudismo. Además, los turistas que sean víctima de un robo podrán formalizar su denuncia directamente desde la habitación del hotel y sin necesidad de pasar por las engorrosas esperas de las comisarías, a partir de este fin de semana, en 18 hoteles de Les Corts. Se trata de una prueba piloto que si funciona se podría ampliar, a partir de septiembre, a otros distritos de la ciudad.

En su discurso de investidura, Trias señaló que la seguridad será una de sus prioridades. Afirmó que se siente responsable de asegurar «la tranquilidad de las personas en su casa y en la calle». Según la última encuesta de victimización, el 25 por ciento de los barceloneses asegura haber sido víctima de algún delito, mientras que uno de cada tres afirma haber sufrido un intento de robo. Los distritos del Eixample, Sant Martí y Ciutat Vella, los tres más turísticos, concentran el 56 por ciento de los delitos que se cometen en Barcelona. Aunque sin duda, el punto más caliente es el centro de Barcelona, el 60 por ciento de la detenciones que practica la Guardia Urbana tiene lugar en Ciutat Vella. Pocas vacaciones podrá hacer la nueva concejal de Ciutat Vella, Mercè Homs, que además de enfrentarse al verano tiene el reto de recuperar la confianza de los vecinos, de los que reclaman «un barrio digno», colgando pancartas en los balcones a los ilustres como Oriol Bohigas o Rosa Gil, de Casa Leopoldo, que en campaña enviaron una carta al futuro alcalde donde pedían «aire fresco»

Más limpieza
El verano también requiere un hábil manejo de los servicios de limpieza, aunque en este episodio el reto es lograr que la ciudad se haga respetar y eso empieza por que los ciudadanos den ejemplo. Ya lo dice el refrán, allá donde fueres haz lo que vieres.

Referente de bienestar
Xavier Trias arrancó su mandato con una visita a la Fundación Arrels, desde donde reiteró uno de sus compromisos electorales, cambiar las subvenciones por la concertación y los convenios en el tercer sector. El nuevo alcalde pretende dejar atrás la etapa de subvenciones para pasar a un estadio en el que las colaboraciones con las entidades sociales se forjarán a través de convenios y conciertos, a su entender, «mucho más estables y seguros», además de largamente reivindicados por el tercer sector social. Trias insistió en la idea de que quiere que Barcelona sea conocida como un referente en el bienestar.