Pedro Plasencia coordinará el cambio a Cultura

La coordinación del crucial traspaso de competencias de la Fiesta Nacional desde el Ministerio de Interior al de Cultura ya tiene nombre y apellidos: Pedro Plasencia. Vinculado al mundo de los toros previamente, tras ocupar el cargo de jefe del gabinete técnico de la Comisión Consultiva Nacional de Asuntos Taurinos, este funcionario de alto rango será el responsable directo del traspaso propulsado el pasado otoño por las figuras del escalafón con el apoyo de todos los estamentos del sector taurino a través de la Mesa del Toro.

Un nombramiento que, de este modo, parece encauzar dichas gestiones que obligaron a los toreros a salir de los ruedos para visitar paulatinamente Senado, Congreso y ambos Ministerios, así como a la presidenta de la Comunidad de Madrid, entre otras reuniones.

Así, desde ahora por las manos de Plasencia, después de una etapa en el Ministerio de Vivienda como Subdirector General de la Oficina Presupuestaria, pasará la dirección del traspaso de dichas competencias al Ministerio de Cultura, regido actualmente por Ángeles González Sinde, que supervisará la labor del nuevo asesor vocal de Asuntos Taurinos.

Su designación fue confirmada en las últimas horas por el propio Plasencia que indicó que ya trabaja en "la consolidación como disciplina artística y cultural de la Fiesta de los toros, que calificó como "la principal aportación que pretende hacer el Estado"en materia taurina.

En este sentido, y pese a que recordó que "la mayoría de competencias taurinas dependen de organismos autonómicos", el funcionario avanzó que "el Estado quiere favorecer a los toros dándole la consideración de fenómeno cultural".

"Hay mucho que hacer, desde facilitar la promoción con publicaciones, catálogos, estudios... hasta otras vías de apoyo que encajen en la difusión de la Fiesta como industrial cultural", añadió.

En sintonía con esta última idea se enmarca la petición de que los toros pasen a depender del Instituto Nacional de Artes Escénicas y de la Música (INAEM) para que así los profesionales del toreo obtengan todos los privilegios asociados a su nomenclatura de "artistas".