Barcelona
Centro y Carabanchel: distritos desahucio
Casi 900 familias se vieron obligadas a abandonar sus casas en estos barrios en apenas seis meses. Moratalaz, Vicálvaro, Retiro y Barajas son los enclaves de la capital con menos ejecuciones hipotecarias: no llegaron a una por semana
MADRID- Cada vez más familias españolas e inmigrantes se dan de bruces con la peor cara de la crisis: verse obligadas a abandonar su casa por un desahucio. Las cifras relativas sólo al primer trimestre del año, según los datos de la memoria del Consejo General del Poder Judicial, ponen de manifiesto una situación dramática en la región. En esos tres meses se llevaron a cabo 2.913 desahucios. Esto significa un incremento del 14,8% respecto al mismo periodo del año pasado.
En la capital, el drama se hace especialmente visible en algunos barrios, en los que además el desempleo golpea también con más fuerza a sus vecinos. En el semestre transcurrido entre septiembre de 2011 y febrero de 2012, cinco distritos –Centro, Carabanchel, Puente de Vallecas, Villaverde y Latina– acumulan 1.740 desahucios, más de la mitad de los registrados en toda la ciudad, cuya cifra asciende a los 3.243. De todos ellos, Centro y Carabanchel, con 457 y 399 ejecuciones respectivamente, se llevan la palma, al acumular el 26,4% del total. O lo que es lo mismo, uno de cada cuatro.
Pero por encima de cifras y porcentajes, el de los desahucios es un problema con nombres y apellidos, como el de Hilda Marisol Culqui. El pasado viernes, esta ecuatoriana logró, con la ayuda de sus vecinos y de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca de Madrid, frenar por tercera vez el desahucio de su vivienda en la calle Dolores Armengot de Carabanchel. Aunque consiguió un aplazamiento sine die para negociar con la entidad bancaria el precio de un alquiler social, Hilda no ve la paralización del desahucio ni como un triunfo ni como un consuelo: «No estaré tranquila hasta que no tenga una hoja firmada y sellada por el banco». Hilda vive en el piso junto a sus cinco hijos. El mayor tiene 17 años y el más pequeño cinco meses. Hace un año, perdió el empleo que tenía en una empresa de limpieza cuando su jefe supo que estaba embarazada. Meses antes había quebrado la compañía en la que trabajaba su marido, que decidió entonces trasladarse a Barcelona para probar suerte. Pero Hilda nunco volvió a saber nada más de él. Desde que se quedó sin empleo, esta madre coraje alimenta a sus hijos con los 348 euros que ingresa al mes –198 de subsidio de paro y 150 de Renta Mínima de Inserción–. Con este horizonte plagado de nubarrones, Hilda mantiene una deuda de 100.000 euros con el banco. En una situación límite como ésta, Hilda ha encontrado su mayor apoyo en el barrio. No en vano, un grupo de diez profesoras del colegio en el que estudian sus hijos ha presentado al banco diez avales que garantizan que Hilda podrá pagar el alquiler social. Y la escena se repite. El mismo día que Hilda logró el aplazamiento, otros dos desahucios, uno en Argüelles y otro en San Fernando de Henares, fueron detenidos sine die.
En el extremo opuesto a Centro y Carabanchel, se encuentran los distritos en los que no se superó en esos seis meses la cifra de los cincuenta desahucios. Moratalaz y Vicálvaro, con 42 ejecuciones hipotecarias, Retiro (29) y Barajas (21) apenas registraron una a la semana.
Viviendas Solidarias
El notable incremento en el número de desahucios ha obligado a las administraciones públicas a reaccionar para paliar en lo posible las consecuencias sociales de estos hechos. El Ayuntamiento de Madrid, por ejemplo, acaba de poner en marcha una Red de Viviendas Solidarias. Se trata de una iniciativa por la que 200 viviendas se entregarán a familias que se han quedado sin hogar por la crisis. Las primeras 70 casas son en régimen de alquiler con un precio social de apenas tres euros por metro cuadrado, hasta una mensualidad máxima de 200 euros. Se trata en definitiva de una medida que, como subrayó la alcaldesa, Ana Botella, refleja «el compromiso del Ayuntamiento de ayudar, en la medida de lo posible, a las personas más necesitadas para que nadie se quede atrás» en el actual escenario de crisis.
PARADO, SIN INGRESOS, ENFERMO Y EN VILO POR SU DESALOJO
El pasado viernes era el día en el que, según le habían notificado, Juan Carlos iba a ser desalojado de su domicilio. Finalmente, el desahucio fue aplazado. Ahora tiene de plazo hasta el 25 de septiembre para encontrar soluciones a una situación nada fácil. Este técnico de Telecomunicaciones vive en Argüelles y soporta sobre sus espaldas una hipoteca de 200.000 euros. Está en paro, no tiene ingresos y padece el Síndrome de Guillain-Barré, una grave enfermedad degenerativa que limita su movilidad en un 40%. Como tantos otros inmigrantes, Juan Carlos llegó hace más de una década a España buscando un futuro que en Colombia no encontraba. En este tiempo, ha estudiado en la Complutense, ha trabajado como camarero y se ha hecho autónomo. Ahora su abogado busca negociar con la entidad bancaria con la que está en deuda una salida a su situación. Hasta el 25 de septiembre tratarán de «tramitar las resoluciones administrativas necesarias para obtener una ayuda por dependencia». Paralelamente, intentarán que el banco le conceda un alquiler social al que poder hacer frente mientras se recupera de su enfermedad. En esta travesía no está solo. Cáritas y 500 vecinos le apoyan en su lucha por mantener su casa.
Récord a nivel nacional
Madrid no es la única región que en los últimos meses, según la memoria del Consejo General del Poder Judicial, ha visto cómo se multiplica el número de desahucios en su territorio. En el primer trimestre de 2012, el incremento récord se registró en País Vasco, con un 47,1% más que en el año anterior. Le siguen Murcia (45,1%) Extremadura (37,9%) y C. Valenciana (34,4%). En otras regiones se ha reducido, como en Navarra (-39, 7%), La Rioja (-8,7%), Canarias (-8%) y Galicia (-6,6%).
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