La devoción por El Yiyo vuelve tras 25 años

Un gentío abarrotó la Sala Cultural de Las Ventas al filo del mediodía para recordar al torero madrileño. Apoderados, toreros, ganaderos, periodistas, aficionados… nadie quiso descolgarse ayer del paseíllo. Sin duda, los momentos más emotivos llegaron de la mano de su antiguo compañero en la Escuela de Madrid, José Miguel Arroyo "Joselito", que reconoció que "sin él, no habría llegado hasta hoy".

"Fue el culpable de todo cuanto me ha dado este mundo, porque en ese año y medio que compartimos me hizo replantearme todo, no llegué a la Escuela con mucha convicción de ser algo, pero recuerdo como apareció un día con un chándal rojo después de irse de la Escuela, volvió distinto, hecho un hombre, y me hizo pensar que si él lo había logrado, porque yo no, al menos tenía que intentarlo", explicó emocionado.

Y es que el maestro madrileño no dudó en dejar entrever que fue "en ciertas cosas imitador"de "El Yiyo". "Enriqueció mi alma torera, la llenó y estoy convencido de que habría llegado a ser un fuera de serie de no ser por la cornada", pronosticó.

Además, Joselito resaltó que la desgracia que sucedió después en Colmenar sirve para "darte cuenta"de lo que puede pasar: "Te puede tocar a ti el siguiente, hace que veas lo duro y difícil que es la profesión que desempeñas".

Por su parte, el vicepresidente de la Comunidad de Madrid, Ignacio González, definió al homenajeado como "uno de los toreros más significativos de la historia de esta plaza". "Paseó con orgullo su barrio natal de Canillejas, desde una vocación temprana que le sirvió para consolidarse rápidamente entre las figuras", echó la vista atrás para justificar un "merecido tributo que vuelve a evidenciar el apoyo total de la Comunidad de Madrid por la Fiesta Nacional".

En este sentido, el político reclamó el peso de los toros como "una tradición enraizada que hay que mantener viva y no debe perderse por mucho que algunos se empeñen", por lo que hará cuanto esté en su mano "a través del impulso en los Ayuntamientos y las Escuelas Taurinas, así como la declaración de los toros como Bien de Interés Cultural".

Asimismo, Carlos Abella, que se estrenó en su primer acto como nuevo director gerente del Centro de Asuntos Taurinos, destacó la semblanza de "El Yiyo"como la de "un diestro completamente contemporáneo, precursor de otros toreros posteriores".