Sevilla

Cultura limita sus actividades pero sigue fichando a asesores externos

El consejero de Cultura, Luciano Alonso, en una imagen de archivo
El consejero de Cultura, Luciano Alonso, en una imagen de archivolarazon

SEVILLa- El ajuste presupuestario para cumplir el pacto de estabilidad amenaza con reducir las actividades culturales a una mera anécdota. También en Andalucía, donde pese a mantenerse una Consejería –varias veces ha pensado Griñán en suprimirla y dejarla en una dirección general–, el sector cultural denuncia una situación de abandono. De hecho, se ha creado la Plataforma de Trabajadores, Artistas, Gestores y Usuarios de la Cultura (ActuAcción), que ya ha protagonizado dos pitadas ante las puertas de la Consejería de Cultura en Sevilla –11 de septiembre y 23 de octubre– y otra en la sede del Parlamento –11 de octubre–. Agrupa a trabajadores del teatro, la danza, el circo, las artes plásticas, la música, la televisión o el cine, sectores muy dependientes del impulso público y que muchos de ellos se ven abocados a la desaparición. Un ejemplo de estos recortes se produjo el pasado 1 de septiembre con la decisión del departamento que dirige Luciano Alonso de suprimir el Circuito Andaluz de Teatro y Danza y el de Abecedario, en vigor desde 1998.

En este clima de estrecheces presupuestarias, la Agencia Andaluza de Instituciones Culturales mantiene su política de contratación de asesores. Al menos tres contratos de adjudicación directa ha cerrado en las últimas semanas. Es el caso, por ejemplo, del acuerdo suscrito con Pablo Juliá para «servicios de asesoramiento artístico en materia fotográfica y cesión de derechos de propiedad intelectual» por un importe de 67.760 euros (IVA incluido). Juliá es director del Centro Andaluz de Fotografía con sede en Almería.

Otro de los acuerdos anunciados por la Agencia –dependiente de la Consejería de Cultura– es el firmado con el escritor Juan José Téllez, que recibirá 56.000 euros por asesorar «en materia de libro, fomento de la lectura y las producciones editoriales». Según confirmó el 29 de octubre Luciano Alonso, será el encargado de dirigir el Centro Andaluz del Libro, con sede en Málaga, que se dedica precisamente a eso. Este organismo para el desarrollo de sus actividades cuenta con una Comisión Asesora compuesta por vocales nombrados por la Consejería de Cultura entre los representantes de las Asociaciones del Sector y profesionales de reconocido prestigio en el ámbito de competencias del Centro –junto al propio consejero de Cultura y Deportes, el Director General del Libro, Archivos y Bibliotecas y el Director emérito del Centro, Pablo García Baena–.

El tercero de los contratos es el que ha realizado el Patronato de la Alhambra y el Generalife, también dependiente de la Consejería de Cultura. La restauradora María del Carmen Tienza Durán recibirá 25.000 euros (IVA excluIdo) por asesorar en el «control preventivo» de la recientemente restaurada fuente del Patio de Los Leones del monumeto nazarí.

La Agencia Andaluza de Instituciones Culturales se creó dentro de la ley de reordenación del sector público impulsada por la Junta de Andalucía y tiene abiertos varios procesos judiciales. La Sala de lo Contencioso-Administrativo del TSJA declaró la nulidad de la disposición adicional segunda de sus estatutos «por vulneración de los derechos fundamentales garantizados en los artículos 14 y 23.2 de la Constitución española». En ella se integró el personal laboral proveniente del extinto Instituto Andaluz de las Artes y las Letras. No son pocos: de la prueba documental practicada por el tribunal, todo el personal de la agencia (534 empleados, 373 del Grupo A) provenía del extinto Instituto –no se encontró a ningún funcionario–, lo que supone que había entrado «con quiebra absoluta al principio de igualdad». A esta plantilla hay que sumar también los asesores externos.

El Presupuesto para 2013, aprobado el 31 de octubre y que ahora inicia su trámite parlamentario, recorta aún más el crédito inicial para la Consejería de Cultura, que disminuye un 18,1 por ciento.