Lunes, 13: Marta
Compareció (en rueda de prensa), habló («soy una víctima») y no dimitió. «Dimitir –dijo– es de cobardes». Dimitir en España, como se sabe, es pecado antropológicamente secular. «Si dimito –reflexiona el dirigente español–, levanto sospechas; y en España –se autodice– ser presuntamente cobarde es más grave que ser presuntamente inocente o presuntamente culpable. José María Odriozola lleva en el cargo, remunerado (¿70.000 euros al año?), 2l años. ¿Dónde, a sus años, va a encontrar podio de poder, influencia y popularidad tan compatibilizable y aceptablemente retribuido como el de presidente de la Federación de Atletismo? La vida es poder, influencia, popularidad y dinero, y quien agavilla todo eso sería chiflado patológico si lo dejara.
Personas varias que conocen a fondo a Odriozola ponderan su capacidad de gestión como presidente. Pero agregan: «Claro que tras dos largos decenios en la FEA, tal vez fuese higiénico para él y para el atletismo su eclipse».
–Para el atletismo, probablemente sí; para él, seguro que no.
Se le reprocha a Odriozola, hoy, que haya «expulsado» cautelarmente a Marta Domínguez de la vicepresidencia de la Federación Española de Atletismo deprisa, deprisa, como aquella película, con una carta fríamente burocrática, sin temperatura humana, sin hablar previamente con ella y sin esperar tan siquiera a saber si es verdad o mentira lo que se le imputa a «su niña», remedando a Rajoy. ¿Miedo, acollonamiento, qué? A un «soldado –con l6 condecoraciones– herido de imputación no se le condena sin juicio, sin veredicto» (de no sé quién). Feísimo, señor Odriozola.

Martes, 14: premios
La divisa de LA RAZÓN, de los Premios Alfonso Ussía y creo que de todos los que escribimos en sus páginas es, en efecto, la honestidad, el esfuerzo y la bondad. Hay más valores, claro es. Ussía, por ejemplo, es un cachondo y eso es otro valor. ¿A que sí?
–¿Creed usted?
–No lo digo yo, lo dice Jardiel Poncela, cuya obra, por cierto, vuelve a reeditarse para surrealista gozo de las jóvenas socialistas y de los jóvenes sintácticos.
Mariano Rajoy cerró su glosa de Vicente del Bosque, «Premio Personaje del Año», con esta formidable frase: «Este hombre es un señor». Y Carlos Lledó, un estudiante de 10 sobre 10, y María Dolores Pradera, premiada por su trayectoria ejemplar, recordaron con emoción a sus abuelos. Carlos dijo del suyo que había sido su guía y su pedagogo; y la siempre deliciosa María Dolores recordó del suyo que le repetía que el verdadero talento es ser buena persona toda la vida. En cuanto al «Héroe del Año», Joaquín López, que se jugó la vida para salvar la de dos jóvenes que se ahogaban irremisiblemente, dijo algo tan cándidamente hermoso como que «yo soy de pueblo y no tengo el nivel del "Estudiante del Año"». ¿Lo ven? Bondad, señorío, honestidad y también sencillez, o sea, LA RAZÓN.

Jueves, 16: Rosell
A Sandro Rosell le están abrasando críticamente por haber «vendido» o estar a punto un trocito de la camiseta azulgrana a una fundación de Qatar, país que, como se sabe, se pasa por la inmensa profundidad de sus dilatadísimos pozos de petróleo los derechos humanos que no le hacen gracia. Y así como en España, por comparar, la «gente ZP» la tiene tomada con el tabaco (prohibido fumar), en Qatar la tienen tomada con los que toman por ahí.
-¡Coño!
El problema de Rosell es que el Barça tiene un agujero negro de millones, «y yo –bisbisea en sueños Rosell– sufro con las deudas». Que son, como digo, de moco de pavo (estamos en Navidad), un moco de pavo de 430 millones de euros, al parecer.
–¡Coño!
¿Debe o no debe Rosell aceptar oferta tan sabrosa? Ésta es la cuestión. Gente blaugrana con «seny», añosa tal vez, exclama sin embargo que «¡Viva el "seny"y abajo el petróleo!» Pero la pela es la pela y la deuda es la deuda. Florentino Pérez, que sabe tanto de deudas e inversiones y es la undécima fortuna de España, debería tranquilizarle: «Sandro, peor que deber dinero es no tener de dónde sacarlo: no sufras».