Operación Lezo
Ejercicio de «fair play» en el patio de la Puerta del Sol
Los dos consejeros salientes acudieron a la toma de posesión de sus sucesores y les desearon lo mejor
MADRID- Ocho consejeros, un ejemplar de la Constitución española del Estatuto de Autonomía y un crucifijo. Así tomó posesión ayer el nuevo equipo de Gobierno regional con Ignacio González al frente. Seis hombres y dos mujeres: siete juramentos (la mayoría sin leer) y un «prometo» por parte del nuevo responsable de Medio Ambiente, Borja Sarasola. Ellos fueron los protagonistas. En general, todos lucieron sonrisa de oreja a oreja –aunque siempre hay alguna de medio lado– y sin excepción todos mostraron un aspecto mucho más relajado que el del día anterior, cuando aún se hacían quinielas a la espera de su destino.
En este acto –el primero desde que anunció su dimisión– ya no estuvo Esperanza Aguirre y en el ambiente también se respiraba cierta sensación de orgullo de «trabajo bien hecho», comentaban algunos consejeros. «Porque hemos logrado hacer de forma natural y sin ningún problema la sucesión de "la jefa", algo que parecía imposible». Superado el sentimiento de orfandad tras la salida de la lideresa, ayer se hizo «piña» en torno a González. Presidió el primer Consejo de Gobierno en el que, como ya es costumbre, se reconoció con la Gran Cruz del 2 de Mayo a Regina Plañiol y Percival Manglano, los dos consejeros que el jueves, en el reparto de cargos, se quedaron fuera. Ellos fueron los otros protagonistas del día. En un gesto que les honra, tanto Plañiol, como Manglano acudieron al acto para felicitar a sus compañeros. Javier Fernández-Lasquetty y Ana Isabel Mariño se lo agradecieron nada más llegar al patio de la Puerta del Sol.
Plañiol, que incluso estuvo en muchas quinielas para la Vicepresidencia, no perdió la sonrisa y respondía a todo el que le preguntaba, sin rencor en su tono pero también sin esconder la obviedad: «La verdad es que me hubiese encantado seguir».
Algo más serio permaneció Manglano, quien no dudó en desear los «mayores éxitos» al nuevo equipo y en un ejercicio de «fair-play» añadió que «en especial a mi sucesor». «Ha sido un placer y un honor formar parte del Consejo de Gobierno durante estos quince meses».
Otros protagonistas del día fueron también las familias de los consejeros, que también hicieron «piña». La mujer de González, Lourdes Cavero, estuvo sentada junto a la de Victoria, y como buena «esposa consorte» se presentó a las parejas de los consejeros. Hijos, maridos y padres de los «homenajeados» fueron las otras caras más amables de un día lleno de abrazos.
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