Bruselas

Bertín Osborne y Arévalo irresistibles en «Mellizos» por Jesús MARIÑAS

La pareja formada por Bertín Osborne y Arévalo recuerda a la de Danny de Vito y Schwarzenegger en lo desternillante. Y no pueden quejarse de público de gala y concurrencia excepcional en el estreno de su obra teatral «Mellizos», el miércoles, en el teatro Compac de Gran Vía.

Ana Botella, a su entrada en el teatro Compac de Gran Vía
Ana Botella, a su entrada en el teatro Compac de Gran Víalarazon

Entre los invitados destacó una Esperanza Aguirre recibida con una ovación y con el público puesto en pie. Buena rúbrica de sus últimos éxitos políticos: «La verdad, no lo esperaba y es la primera vez que me lo hacen, quedé alucinada», confesó la presidenta de la Comunidad de Madrid. También estuvieron la siempre sonriente Ana Botella con su hijo Alonso; Nuria González enlazada a un Fernández Tapias de llamativa corbata verde lechuga; y Ana Gamazo con un Juan Abelló que llevaba años sin dejarse ver en una premiére como esta. Su esposa anticipó detalles de cómo irá vestida a la boda del último de sus hijos solteros, que se casa en julio. Finalmente desecha lucir la mantilla de Bruselas heredada de su madre, una pieza de colección que cabía esperar de Pimpinela de Hohenlohe, una de nuestras elegantes per se, que tuvo ese chic de otra época en un mundo exquisito donde Carmen Lomana no tendría lugar.

Por supuesto, no podía faltar Fabiola Martínez, la esposa de Bertín, que encandila con su ternura, ni Miguel Sierra Alta, que es casi un hermano para el cantante jerezano. El estreno también estuvo realzado por Maribel Yébenes, que sobresalió con estampados de Pucci y una delgadez envidiable y envidiada. Rio de lo lindo porque este espectáculo sin guión es de lo más refrescante, con un toque de ternura y melancolía muy subrayado por Bertín, que cumple 30 años en la profesión. Lo recordó ante su padre, el conde de Donadio, magníficamente acompañado de una joven que, discreta, se apartó de las cámaras. Mientras cantaba «Buenas noches, señora» o «Amor mediterráneo» levantó suspiros. Está en su mejor momento vocal. También Arévalo, con su gracia desbordante, fue muy jaleado por Malena Gracia y Jenny Llada junto a su hija, que ya está hecha toda una mujer y tiene unos ojazos de infarto. Los elogió un Cantizano como recién llegado de Harvard, con una juvenil chaqueta de punto ribeteada en blanco. Fermín Bohórquez Junior se tronchó con el repaso al «cejismo» de Zapatero que dio un Arévalo en estado de gracia. Junto a Osborne encendió la abarrotada platea con su caricatura de esta España suya y esta, ¡ay!, España nuestra. Espectáculo crítico con parodias políticas del mejor estilo subrayadas por el romanticismo de canciones ya clásicas a las que Bertín añade algo de country. El conjunto resulta hilarante y muy recomendable. Fue todo un desahogo, porque a veces no basta con las urnas.