POTCHEFSTROOM- Sitúese e imagine que es un multimillonario que siente una pasión desbordada, loca, por el fútbol y que sus pozos le producen tanto petróleo que se le antoja comprar un equipo. Pero no uno cualquiera, no un club, una selección. Asumido el objetivo, lo fija, y quiere que sea la española, la que está de moda, la que juega mejor al fútbol y la que presenta el grupo de futbolistas de más calidad y el más homogéneo. De inmediato se cita con agentes e intenta la operación imposible. Pide precio y le apetecería, de paso, y por si alguna de sus plataformas petrolíferas se desmorona en el océano y se le va el crudo ídem, consultar otras alternativas. Los intermediarios actúan con prontitud y, como son más listos que el hambre, echan mano de un estudio preparado por la firma Frontier Economics. Hay por ahí circulando alguno más, como el de los portugueses de Futebol Finance, pero se inclina por el primero porque, además, la catalogación de «La Roja» resulta más económica: 303 millones de euros. «Me lo puedo permitir», se dice, y trata de establecer contacto con los clubes propietarios de los jugadores; entonces, se le dispara el presupuesto, porque en el fútbol nada es lo que parece, y mucho menos los precios. Mas, prosigamos con la lista de Frontier Economics; para éstos, «La Roja» cuesta 303 millones de euros; por diez millones menos, Argentina, 293; después, Inglaterra, 263; la cuarta opción, Brasil, sí, con Robinho y Kaká, 223, y en quinto lugar, la portuguesa con Ronaldo en vanguardia, 201 millones de euros. Francia, venida a menos por Domenech, sale por 180; Alemania, 156, como Holanda; y Costa de Marfil supera en tres millones, 130, a Italia, que cierra el «top ten» con 127 millones. La operación, imagine, es factible, y le interesa ahora averiguar cuánto cuesta jugador por jugador, y cuánto cobra cada uno. El más caro de todos es Messi, 140 millones, pero tiene que cargar con algunos profesionales, caprichos de Maradona, que posiblemente no le interesen. El segundo más valorado, y lo que le costó al Madrid lo constata, es Cristiano Ronaldo, 95 millones; en este caso hay piezas que entusiasman a Queiroz que quizá no le convenzan. Y así, hasta llegar a los españoles, los «jugones», los homogéneos, los de nivel 10, y le sorprende que Iniesta sea el más costoso, 44 millones; y Torres, por quien el City podría desembolsar 70, está tasado en 43. Y así sucesivamente, rondando los 40, los 30, los 20 y los 15 de Arbeloa o Capdevila. Pero una cosa es lo que cuestan y otra, también digna de consideración, lo que cobran. De nuevo en este apartado los hay por delante de los extraordinarios españoles. Cristiano Ronaldo encabeza la lista, con 13 millones anuales; después, Leo Messi, 12; Zlatan Ibrahimovic, 11,5; Kaká, 10, y más allá, Xavi, 7,5, seguido de Iker Casillas, 6; Villa, 5,5 e Iniesta, sí Andrés Iniesta, el de los 44, tiene 5 millones. Superado el susto de los jugadores, hay que buscar técnico: no lo dude, Vicente del Bosque. Si fuera un restaurante, la relación calidad-precio sería la ideal. Vicente cobra 1,5 millones; lejos de Fabio Capello, 8,8, el carísimo. Marcello Lippi, el segundo, está en 3 millones, y Joachim Low, en 2,5. No cabe duda, la mejor elección, «La Roja».