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Bruselas

El PP quiere que Ceuta y Melilla compartan sede con Andalucía en Bruselas

El presidente del Partido Popular andaluz, Javier Arenas, abogó ayer, en el marco de la Convención nacional del PP, por trabajar para que Melilla y Ceuta tengan un estatus especial, similar al de otras regiones ultraperiféricas de la Unión Europea.

El presidente de la ciudad autónoma de Melilla, Juan José Imbroda, con el presidente del PP andaluz, Javier Arenas larazon

Sevilla-El anuncio lo hizo tras mantener un encuentro con los presidentes del PP de estas dos ciudades autónomas, Juan José Imbroda y Juan Jesús Vivas; con el coordinador de Economía y Empleo del PP, Cristóbal Montoro; y con el presidente gallego, Alberto Núñez Feijóo, para apoyar la firma de una Declaración conjunta sobre el Régimen Económico y Fiscal de las dos ciudades autónomas. Asimismo, Arenas reveló que en el documento que entregó al presidente de la Junta de Andalucía, José Antonio Griñán, durante la reunión que ambos líderes mantuvieron el jueves, se recoge la propuesta de «abrir» la Oficina de Andalucía en Bruselas a Ceuta y Melilla para que «en el futuro compartamos representación en la Unión Europea». El máximo dirigente del PP-A recordó que durante la etapa de gobierno del Partido Popular «avanzamos en el Régimen Económico Especial de Ceuta y Melilla» y que el documento presentado ayer durante la Convención del PP supone «el compromiso de un partido que mañana estará en el gobierno». En esta línea, argumentó que cuando el PP gobierne en Andalucía «dará desarrollo» al Estatuto de Autonomía de Andalucía en el apartado que cierra una «relación especial» entre Andalucía y las ciudades autónomas. Así, recordó que hace treinta años se discutió si Ceuta y Melilla eran autonomía de Andalucía y no fue posible porque «el PSOE hizo cuentas y si se incorporaban se quedaban en minoría».
Respecto a la Declaración conjunta sobre el Régimen Económico y Fiscal de las dos ciudades autónomas, el PP se compromete con la defensa de su mejora y actualización, por considerarlo un instrumento esencial e insustituible para contrarrestar, o al menos paliar, los efectos que, en el desarrollo económico y en los servicios públicos, provocan la extrapeninsularidad o la escasez de recursos naturales.