Zaragoza

El Rey apradina a los alumnos de la AGA y les anima a ser leales

Después de cinco años de formación culminan con éxito su formación en la academia de San Javier 117 alumnos

El Rey apradina a los alumnos de la AGA y les anima a ser leales
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San Javier- Fin de curso especial fue el que se vivió ayer en la sede de la Academia General del Aire (AGA) situada en el municipio de San Javier. Este hecho excepcional se debió a que, a la tradicional entrega de los Reales Despachos de Teniente del Ejército del Aire, se unió la de los Cuerpos Comunes de las Fuerzas Armadas, así como la del Cuerpo General, Intendencia e Ingenieros del Ejército del Aire del curso académico 2011-12, además del acto de toma de posesión del nuevo director coronel de la AGA en la que Juan Antonio Ortega Vázquez cedió el testigo a Emilio García Cirugeda. Los mencionados Cuerpos recibieron sus reconocimientos en San Javier debido al protocolo que estipula la rotación cada tres años entre las tres academias para realizar la entrega de los despachos a los Cuerpos Comunes de las Fuerzas Armadas.

Los actos arrancaron pasado el mediodía en la plaza de Armas de la academia donde formaron los integrantes de las promociones en las que recibieron un reconocimiento especial los «números uno» de las distintas categorías y especialidades. Estos alumnos de excepción fueron Luis Redondo, María Angustias Hernández, Miguel Izaguirre, María Isabel Martínez, Ekwarit Kalayanamitra, Pedro Urcelay, Susana Montoro, Rafael García, Rafael Peralta y Elena Rodríguez. Todos ellos recibieron sus despachos de manos de Su Majestad el Rey Don Juan Carlos. Cuando todos los estudiantes se encontraron perfectamente formados entraron en la plaza de Armas las distintas autoridades que se dieron cita en la celebración del acto encabezados por Su Majestad el Rey Don Juan Carlos y en el que también se dieron cita el ministro de Defensa, Pedro Morenés; el presidente de la Comunidad Autónoma de la Región de Murcia, Ramón Luis Valcárcel, el delegado del Gobierno, Joaquín Bascuñana; el consejero de Obras Públicas y Ordenación del Territorio, Antonio Sevilla y el alcalde de San Javier, Juan Martínez, entre otros.

Bajo un sol de justicia y en un recinto abarrotado por los familiares y amigos de los alumnos el acto dio comienzo con la presentación de los respetos a la bandera de España y el canto del himno nacional. Todo ello se llevó a cabo, como el conjunto del desarrollo del acto, con una sobriedad y manejo de las formas exquisito acorde con la entidad de la institución que celebraba su fin de curso. Antes de la entrega de los despachos, después de la cual cada integrante besó la bandera de España, intervino el arzobispo castrense de España, Juan Del Río Martín. Lo hizo de manera breve y concisa para recordar a los futuros miembros del ejército su compromiso de «amar a España» para alcanzar «el gozo de la eternidad».

Después de la intervención de monseñor Del Río, llegó uno de los momentos más esperados por los alumnos de la AGA, la entrega de sus despachos como documento acreditativo de la provechosa finalización de sus estudios a lo largo de los últimos cinco años. Fue el caso de 117 tenientes, 101 hombres y 16 mujeres a los que se unió un alumno procedente de la Fuerza Aérea Tailandesa, Ekwarit Kalayanamitra. Los encargados de hacer entrega de los documentos fueron Su Majestad el Rey Don Juan Carlos, el ministro Morenés y el presidente Valcárcel entre otros. Tras la entrega de los despachos, el ya ex coronel director de la AGA, Juan Antonio Ortega Vázquez, pronunció su último discurso en el que destacó que el «resultado que se recoge hoy (por ayer) es el fruto de la materialización del principal cometido que tiene la academia que no es otro que la formación a la que estos alumnos han dedicado sus últimos cinco años». Además, agradeció el papel desempeñado por instructores y alumnos. A los primeros, por su dedicación y a los segundos, por su voluntad.

De igual manera, Ortega Vázquez destacó que la etapa que acababan de culminar los alumnos no era más que el principio de otra nueva en la que tendrán que poner en práctica los conocimientos aprendidos en la AGA. En la misma línea, invitó a todos los alumnos a tener siempre presente en su comportamiento que «cada labor profesional y personal que llevéis a cabo deberá ser consecuente y responsable con el compromiso contraído con la academia». Por último, manifestó su orgullo y privilegio por haber tenido la posibilidad de dirigir a la AGA y cedió el testigo a su sucesor, Emilio Gracia Cirugeda, quien tomarán las riendas de la institución después de atesorar una experiencia muy prolija en la que destacan sus misiones acometidas en la antigua Yugoslavia, Afganistán y Libia.

Después de la celebración de la parte más académica del acto, un grito de «¡viva España!» y otro de «¡viva el Rey!» sirvieron de antesala para que el monarca ordenara a los alumnos que rompieran filas por última vez y festejaran su meta conseguida.

La siguiente parada fueron los exteriores de la academia donde se produjo, en primer lugar, el desfile aéreo a cargo de la Patrulla Águila y luego el desfile terrestre acompañado de bandas de música.

El acto finalizó con el homenaje a los caídos por España en el que los asistentes entonaron «La muerte no es final» y recordaron que la voluntad de todos los recordados fue «por la patria morir». El himno de España sirvió, al igual que para dar inicio, para despedir el acto y los alumnos empezaron a descontar las horas que restan para que inicien el periodo de especialización que les llevará durante tres meses por todos los ejércitos comenzando por el de tierra. Será el último escollo, la última misión de formación.

 

La experiencia de un maño al frente de la academia
Coronel Emilio Gracia Cirugeda, natural de Zaragoza y procedente del Mando Aéreo de Combate (Macom) como jefe de la Sección de Planes y Operaciones es el nuevo encargado de dirigir la Academia General del Aire. Este aragonés que el próximo 27 de septiembre cumplirá 53 años se declaró ayer encantado con su nuevo destino profesional y juró su cargo con la convicción que requiere un puesto como el suyo. Desde su entrada en el ejército como miembro de la base aérea de Granada, su trayectoria profesional se ha ceñido por el éxito y los ascensos que decoran su Currículum Vitae.