Afganistán
Diálogo entre laicos y católicos
Rodríguez Zapatero y el cardenal Cañizares debaten hoy en Ávila
Madrid- La primera intervención pública del ex presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, tendrá lugar hoy en la II Escuela de Verano de la Universidad Católica de Ávila. Y con un interlocutor muy especial, un antagonista –en el sentido más clásico de la palabra– en algunas de sus políticas sociales: el cardenal Antonio Cañizares. La mutua aceptación de mantener un debate abierto sobre los grandes temas que afectan a la sociedad actual evidencia una voluntad clara de diálogo. Diálogo, pues, es lo que mueve este encuentro marcado por la necesidad de redefinir el Humanismo en los tiempos de crisis que vivimos.
Sobre la mesa está, en primer lugar, la crisis económica y la crisis de valores o cómo vivir con más modestia, o según nuestras posibilidades, con un sentido más comunitario (y cristiano), con un consumo más útil dentro de una economía productiva y no especulativa. El debate tratará un hecho fundamental y muy enraizado en la sociedad española: el papel de la familia como el vínculo que estructura a la mayoría de los ciudadanos y hoy en día verdadero apoyo solidario para soportar la crisis. Y la familia, también, como núcleo desde el que se trasmiten valores, educación, tolerancia. Y los jóvenes, el colectivo más maltratado por la actual crisis, con un futuro marcado por las grandes incógnitas de cómo se debe educar para un mercado de trabajo exigente, pero también para ser ciudadanos.
En un momento en el que Europa se cuestiona su propio futuro y la unidad sólo contempla soluciones económicas, preguntarse sobre la raíz cristiana del continente abre un vínculo cultural fuerte. Otra cuestión: cómo la emigración ha cambiado el paisaje de muchas ciudades europeas y, sobre todo ,cómo deben ser integradas comunidades de fuerte arraigo religioso como la musulmana, permitiendo el culto pero también haciéndolas participes de una cultura común, con formas políticas universales. Y cabría otra pregunta: ¿se debe poner límite a determinadas prácticas religiosas que van en contra de los derechos democráticos? ¿Y se puede legislar en contra en estas raíces cristianas?
El encuentro en el territorio europeo entre Occidente y el Islam –y el choque frontal en diversos escenarios bélicos (Irak y Afganistán)– ha recrudecido un debate que ha sacado la Primavera Árabe: cómo las sociedades musulmanas pueden construir democracias parlamentarias plenas.
Un lugar común
La relación entre Iglesia y Estado, pero no sólo en el cumplimiento del Concordato, sino en el respeto mútuo entre laicos y religiosos; los riesgos del laicismo, como ya adelantaron en 2004 en el debate que mantuvieron el entonces cardena Joseph Ratzinger y el filósofo alemán Jünger Habermas, es no aceptar que, junto al cristianimo, la Ilustración ha sentado las bases de la cultura occidental moderna. Hay más cosas que compartir: el espíritu comunitario y de servicio al prójimo inculcado por la Iglesia. Los riesgos de la secularización en la sociedad de consumo, la expulsión de la religión de la vida pública y circunscribirla al ámbito estrictamente familiar... Quizá en España es donde el encuentro entre laicismo y religión ha tenido menos fortuna, incluso en los últimos tiempos ha habido un retroceso en este diálogo, a diferencia de otros países, como Alemania o Italia de manera muy especial.
En 1995, el arzobispo de Milán, Carlo Maria Martini, mantuvo una correspondencia con el escritor y experto en semiótica Umberto Eco. Cuatro cartas cada uno, luego reunidas en el libro «¿En qué creen los que no creen?», sirvieron para dejar claro que hay espacio filosófico e intelectual común.
En 2004, el debate que Habermas y Ratzinger, entonces Prefecto para la Congregación de la Doctrina de la Fe, marcó un antes y un después entre creyentes y laicos. Sobre todo, porque el encuentro suponía crear un espacio común de diálogo, que era posible todavía mantener una sociedad de la comunicación, según expresión de Habermas. Benedicto XVI aceptó que la razón era fundamental para una fe a medida de los hombres.
HUMANISMO FRENTE A LA CRISIS
Antonio Basagoiti
Presidente del PP vasco
E l ejercicio de contraponer ideas siempre resulta enriquecedor, y creo que tanto monseñor Cañizares como Zapatero tienen mucho de qué hablar. Sobre todo, porque durante demasiado tiempo ese diálogo estuvo vetado de parte. Lástima que la etapa socialista en el Ejecutivo se caracterizara por la bronca más que por el respeto a la Iglesia.
Arantxa Quiroga
Presidenta del Parlamento Vasco
Una democracia que no se sustente en principios morales comunes es simplemente un vaivén en el que las distintas mayorías de turno aprovechan para imponer sus prejuicios a las minorías. Y lo importante es y debe ser siempre el ser humano, único e irrepetible con una dignidad intrínseca a su ser.
Carlos Vidal
Profesor de Der. Const. de la UNED
Una visión raquítica, reduccionista y materialista de la persona, incluso midiendo su dignidad a partir de cuestiones meramente materiales, es la que ha provocado la crisis económica y de valores. No se trata de que impongamos nuestras ideas, pero sí de que las propongamos, como hace el cristianismo mostrando otro modo de hacer las cosas.
Borja Sarasola
Vicec. de Asun. Gener. de la Vicepresidencia de la Com. de Madrid
En una época de crisis económica como la actual, en la que pueden llegar a ponerse en cuestión los modelos que han gobernado la vida de Europa, lo único a lo que no podemos renunciar es a los valores que nos conforman. Son parte de nosotros, nuestra certeza, nuestra seña de identidad y responsables de todo cuanto hemos construido.
Jaume Pujol
Arzobispo de Tarragona
El humanismo de los cristianos nace de la Revelación, pero también del pensamiento de grandes hombres como Santo Tomás o San Agustín. Y de esas raíces antiguas nace el humanismo cristiano. Los grandes filósofos paganos antiguos tenían una concepción del alma y del hombre más digna que la de muchos modernos, que ven sólo en el hombre a un animal evolucionado.
José Mª Simón Castellví
Federación Int. de Asociaciones Médicas Católicas
Cuando hablas con obispos de países africanos y de otros sitios, no se explican cómo es posible que España haya aprobado el matrimonio homosexual. Zapatero ha asombrado al mundo a nivel internacional. En Europa central tampoco entienden nuestra ley de aborto fácil, con muy pocas ayudas a las madres.
Ignacio Uría
Inst. de Estudios Cubano-Americanos de la Universidad de Miami
La iniciativa del debate me parece bonita e interesante, y es algo a lo que no estamos muy acostumbrados en España. Zapatero, antes de gobernar, apoyó algo al Movimiento de Cristianos en el Socialismo. ¿Está intentando buscar ese espacio de nuevo? Yo al menos no le veo espacio a esa corriente hoy en el PSOE.
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