Autonomías
«Mi salud está por encima de tu derecho a fumar»
Sí a endurecer la ley, pero con una reforma social, cultural y sanitaria más profunda
MADRID- La primera ley de regulación del consumo de tabaco en lugares públicos ya propició, en su momento, un intenso debate político y social. Su endurecimiento, puesto sobre la mesa por el Ministerio de Sanidad y Política Social, ha levantado directamente alguna que otra ampolla. ¿Será una norma discriminatoria con el fumador? ¿Supondrá un avance en materia de salud pública? ¿Acabará realmente con el problema del tabaquismo y sus enfermedades asociadas o se necesitan más reformas? Éstas y otras cuestiones han sido objeto de debate en la séptima jornada de las Tertulias de San Isidro, organizadas por el diario LA RAZÓN.«¿Le importa que fume? –le pregunta Jesús Sánchez Martos, catedrático de Educación para la Salud y moderador de la mesa, a unos de los camareros que sirve la comida– «Sí» –contesta el empleado del Café Oriente–. Como él, otros muchos profesionales del sector se han quedado al margen de la actual ley antitabaco. «La norma tiene muchos agujeros y ha resultado ineficaz. Necesitamos una ley más perfecta», afirmó Segismundo Solano, secretario del Área de Tabaquismo de la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (Separ). A esa afirmación tan categórica se sumaron muchos de los asistentes, entre ellos María de los Ángeles Planchuelo, presidenta del Comité Nacional de Prevención del Tabaquismo, quien aseguró que «la clave está en que eligiendo ser no fumador convives en un ambiente de fumadores. La elección de fumar es individual, pero la protección del no fumador se debe llevar a su máxima extensión».El endurecimiento legislativo se dirige en ese sentido, pero no todos los ponentes estuvieron de acuerdo. El portavoz del Club de Fumadores por la tolerancia, Javier Blanco, advirtió de la diferencia entre regular y prohibir. «Regular es dar espacio para todos y esta ley es prohibitiva. La mejor opción sería habilitar salas porque, de ese modo, se daría libertad a todos». A este respecto, Serafín Romero, secretario general de la Organización Médica Colegial señaló que «eso sería una solución a medias, ya que aparte de los fumadores y los no fumadores hay un tercer elemento: la hostelería, cuyo personal no está obligado a aguantar el humo». «Es una cuestión de respeto», manifestó Francisco Cabranes, propietario de Joyería Cabranes y colaborador de la Fundación Sandra Ibarra, y «para que un fumador ejerza su derecho hay otra persona que lo está perdiendo», añadió Juan Ramón Lucas, periodista.
Educación y prevención«Nadie nace fumador», recalcó Paulino Cubero, presidente de la Sociedad Madrileña de Medicina de Familia y Comunitaria. En esta misma línea, Julio Zarco, presidente de la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (Semergen), llamó la atención sobre los aspectos sociales y culturales del consumo de tabaco. «El tabaquismo es un poliedro de muchas caras. Por tanto, no sólo es un tema legislativo, sino que también hay que articular medidas sociosanitarias dirigidas a la deshabituación del fumador y estrategias educacionales. Es un asunto de salud pública y hay que ir al fondo de la cuestión para promocionar y educar en hábitos de vida saludables». Sobre este aspecto también se posicionó claramente Manuel Díaz Rubio, presidente de la Real Academia de Medicina. «La apuesta debe dirigirse hacia una educación integral para la salud». Además, en este área concreta –prosigue el experto– «se debe tener en cuenta que hay gente que está convencida de que el tabaco es malo, pero hay otra que no tiene conciencia. A los jóvenes no les preocupa tanto y esto es un drama porque son edades clave para su óptimo desarrollo».Finalmente, otro de los platos fuertes del debate se centró en evaluar la propuesta de ley en un sentido práctico, a nivel de lograr la reducción del consumo. «Lo más importante es estar convencido y realmente querer dejar de fumar. Si es así, el éxito está asegurado», manifestó Silvia Meléndez, presidenta de la Junta de Madrid de la Asociación Española Contra el Cáncer. Sin embargo, José Antonio Cabranes, director de la Unidad de Psiconeuroendocrinología del Hospital Clínico San Carlos, señaló que «el tabaquismo es un proceso adictivo en el que influye la vulnerabilidad genética». De este modo, no todos los pacientes tienen el mismo periodo de deshabituación y, en la mayoría de los casos, son necesarios el empleo de algún tipo de tratamiento y el apoyo psicológico. Tanto Solano como Cubero llamaron la atención sobre la inexistencia de una estructura homogénea y eficaz para tratar el tabaquismo. «Desde primaria se presta atención a estos pacientes, pero no existe financiación por parte de las autoridades», afirma Cubero. «Sería positivo financiar este tipo de tratamientos», apostilla Solano.
El menú- LUGAR: Restaurante Café de Oriente, Plaza de Oriente 2, en Madrid. - PLATOS: Ensalada de la huerta con queso de cabra, tomate raff y vinagreta de mostaza-miel. Guiso de rape con endivias salteadas y acelgas. Carne roja a la satén con chanfaina de setas. Manzana caramelizada en hojaldre y su helado. Café e infusión delicias de nuestro obrador.- VINOS: Manzanilla Juncal; Paso de la Plata 2009; Conde de Romanones Rv 2005; Pedro Ximenez de Garvey.- Aroma:Aguavital, de Álvarez Gómez Balneario.
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