Hollywood

Los Beckham se refinan

La familia del futbolista abandona el estilo «fashion victim» por un «look» clásico. El éxito de Victoria como diseñadora «chic» y su mudanza a Nueva York están detrás del cambio. 

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«Con todos ustedes… ¡los nuevos Beckham!». El matrimonio más fashion y mediático de los últimos años ha sufrido una conversión de estilo. Hasta hace nada eran el ejemplo de adictos a las tendencias de moda en pack. Pero algo ha cambiado. ¿La prueba? La gala navideña de la BBC en Birmingham, en la que «papá Beckham» fue distinguido como personalidad deportiva del año, dejó una estampa que cuesta creer: los cinco miembros de la familia –papá, mamá, Brooklyn, Romeo y Cruz– vestidos como si de unos Kennedy a la inglesa se tratara. Así, Victoria Beckham se presentó con un abrigo beige de cashemire y aires de esposa y madre serena, con semblante serio y pendiente de sus retoños. Su esposo y sus tres hijos optaron por trajes a medida y castellanos.

El sobrenombre «Posh» (pija) que acompañara a Victoria no parece adecuado. Ahora es toda una lady. Y el jugador de los Galaxy –¿o en breve del Tottenham?–, un gentleman. Atrás parecen haber quedado esas excentricidades –estéticas sobre todo– que los elevaran al olimpo del «lujo hortera». Ella, extrema hasta más no poder: delgadez, pecho de silicona, bronceado, pelo muy corto o con extensiones, vaqueros ultraceñidos de «poligonera», maquillaje infumable…. Y el inefable empeño en poner su nombre a firmas de ropa excesivas, como los jeans italianos Rock & Republic. Él, más de lo mismo: pelo teñido de mil colores, logos de lujo en sus prendas y accesorios, tatuajes por todas partes… Incluso los retoños de la pareja, algo desubicados después de ese periplo sin fin que en apenas siete años los ha llevado a vivir en Madrid, Milán y después Los Ángeles, parecen haberse cansado de sus «looks» de mini hooligans con zapatillas Skechers, camisetas de Ed Hardy (conocido por sus dibujos «macarras» con rosas y calaveras) y gorras de rapero.

Metamorfosis completa

Lo dicho: la metamorfosis se ha instalado en casa de los Beckham. Y aunque bien es verdad que las marcas como Armani los han jubilado de sus campañas de publicidad porque ya no son iconos adolescentes de moda, Victoria parece ser la «culpable» de esta apuesta por una imagen más «chic». Su nueva condición de empresaria de la moda, con una firma de ropa que se consolida, los ha llevado a mudarse a Nueva York. «Si te decides a hacer algo, hazlo de la forma en que debes. Si no, mejor déjalo», comentaba a la revista especializada en moda «WWD», de la que fue portada tras la excelente acogida de su desfile de septiembre en la Semana de la Moda de Nueva York. ¿Su objetivo? Hacer de su pasión un trabajo respetable y apreciado. Y lo ha logrado. VB, su marca, ha conseguido con sólo cinco colecciones situarse entre las preferidas de Hollywood y ha estado nominada a los Britain's Fashion Awards.

Actrices como Demi Moore, Kate Hudson y Cameron Diaz, que vistió de BV en la fiesta post Oscar, han escogido diseños de la inglesa. También Elle McPherson y Heidi Klum, así como la presentadora Oprah Winfrey, caen a sus pies. ¿Su próximo reto? Que Angelina Jolie y Michelle Obama se unan a la lista. Y triunfará. Lo lleva en el nombre.