Un total de 1.880 personas trabajan ya en la ampliación del Canal de Panamá, obra adjudicada el julio del pasado año al Grupo Unidos por el Canal (GUPC), liderado por Sacyr (48%) y la empresa italiana Impregilo (48%), y en el que también participan las sociedades Jan de Nul (Bélgica) y Constructora Urbana (Panamá). Las dos plantas industriales que serán instaladas en ambas partes del canal empezarán a funcionar a principios de enero, dos meses antes del plazo inicialmente previsto. El contrato firmado por Sacyr y sus socios con la Autoridad derl Canal de Panamá (ACP) estipula un incentivo de 215.000 dólares por cada día de anticipación en la finalización de las obras, con un máximo de 50 millones de euros, lo que supondría un adelanto de 232 días sobre la fecha límite del 21 octubre de 2014, cuando se cumple el primer centenario de su inauguración. El presidente de Sacyr, Luis del Rivero, almorzó el pasado lunes con el presidente de la República de Panamá, Ricardo Martinelli, acompañado por el secretario de Estado de Presidencia, Bernardino León, que se ha desplazado al país centroamericano para colocar a las empresas españolas en la mejor posición de cara a la próxima adjudicación de las obras del Metro de Ciudad de Panamá (a las que optan dos consorcios españoles) y al programa de inversiones en infraestructuras para los próximos tres años cuyo montante asciende a 20.000 millones de dólares. Nuevo concursoEl montante total de la ampliación del Canal de Panamá, que supone la construcción de dos nuevos juegos de esclusas en los oceános Atlántico y Pacífico, alcanza los 3.221 millones de euros, de los que las compuertas (400 millones de euros) son el componente más caro a atítulo individual. El consejero delegado de GUPC, Antonio Zafaroni, confirmó que en los próximos meses se abrirá el concurso para su diseño y fabricación en el que han mostrado interés los principales astilleros de todo el mundo, incluido los españoles. Los trabajos que GUPC está desarrollando en ambos lado del canal se centran en estos momentos es el movimiento de tierras y en la preinstalación de la plantas de producción de hormigón, actividades en las que trabajan ya 1.880 personas de un total de 8.000 que lo harán a partir de 2012, cuando las obras estén a pleno rendimiento. Los nuevos juegos de esclusas que inciarán su actividad a finales de 2014 permitirán incrementar en cuatro el número de grandes barcos que transitan diariamente por el canal, lo que se traducirá en un aumento de los ingresos diarios por el peaje de 1,6 millones de dólares, equivalentes a 584 millones de dólares más cada año. Cada año, 13.000 buques atraviesan el istmo de Panamá, cifra que pasará a 16.000 una vez concluida la ampliación.Ofensiva del Gobierno en PanamáLas obras del Canal de Panamá son "el mejor aval internacional"para una compañía. Así lo ha entendido el Gobierno español, que envió a Bernardino León, secretario de Estado de Presidencia, a Panamá para mantener una reunión con el presidente de la república, Ricardo Martinelli. Panamá ha diseñado un ambicioso programa de mejora de sus infraestructuras en el que piensa invertir alrededor de 20.000 millones de dólares en los próximos cinco años. La más emblemática, sin duda alguna, es la ampliación del canal, pero hay 15.000 millones de euros pendientes de adjudicación para la construcción del Metro de Ciudad de Panamá (1.500 millones de euros) o nuevas carreteras (1.300 millones), aeropuertos y hospitales, donde las empresas españolas han logrado importantes éxitos internacionales. En la construcción del Metro de Ciudad de Panamá están precalificados dos consorcios en los que participan dos empresas españolas, FCC y Acciona. Según aseguró el vicepresidente de Panamá y ministro de Asuntos Exteriores, Juan Carlos Varela, la entrega de las propuestas se realizará a finales de julio y la parte técnica y económica, un mes después. El Gobierno pretende que el escaparate internacional que supone la ampliación de una obra tan representativa para el comercio mundial como es el Canal de Panamá se traduzca en nuevas adjudicaciones. Y de eso habló con Martinelli en la comida del lunes. De eso y de las posibilidades de cooperación en materia de seguridad de fronteras. La internacionalización es la vía elegida por las empresas constructoras españoles para aliviar la falta de proyectos en España. Luis del Rivero dijo que cerca de las dos terceras partes de la cartera de pedidos del grupo Sacyr tiene carácter internacional. Del Rivero pidió "imaginación y rapidez"para concretar el recorte de las inversiones previstas en el plan de infraestructuras anunciado por el Gobierno. Manuel Manrique, consejero delegado de Sacyr, situó en Colombia, México, Emiratos Árabes Unidos, India, Argelia, Israel, Australia y EE UU los próximos objetivos internacionales del grupo.