Barcelona

Alicia Sánchez - Camacho: Rajoy y Mas se me ponen al teléfono con facilidad

Alicia Sánchez-Camacho despide el curso parlamentario después de haber sellado tres pactos con el Gobierno de Artur Mas, el último para impulsar el empleo. Niega que el PP sea el «socio preferente» de CiU en Cataluña, pero la colaboración entre ambos parece de largo recorrido.

Comprando flores y atendiendo a LA RAZÓN. Así concluyó el último día de trabajo de Alicia Sánchez-Camacho antes de las vacaciones
Comprando flores y atendiendo a LA RAZÓN. Así concluyó el último día de trabajo de Alicia Sánchez-Camacho antes de las vacacioneslarazon

–Últimamente ha ido a menudo a ver a Artur Mas al Palau de la Generalitat. Prométame que no viene de allí ahora.
–No, no vengo de allí ahora. Vengo de trabajar de la sede del PP de Cataluña.

–Pero con tantas visitas al Palau de la Generalitat ya debe de sentirse como en casa.
–Me siento bien allí porque han sido reuniones muy cordiales con el presidente de la Generalitat, pero no puedo decir que sea mi casa. Eso sí, espero que algún día sea la casa para un presidente o presidenta del PP de Cataluña.

–No han pasado muchos días desde su última reunión con Mas. ¿Ya han vuelto hablar por teléfono? ¿Algún mensaje?
–No hemos vuelto a hablar, pero debo decirle que tenemos una relación muy fluida y creo que es bueno que así sea.

–¿Le ha prometido una postal desde su lugar de veraneo?
–No, he prometido descansar y recuperar fuerzas porque tiene que haber un cambio muy importante a partir de septiembre para que Cataluña y toda España salgan de la crisis.

–O sea, que no quiere ver a Mas ni en pintura estas vacaciones. Sólo a partir de septiembre.
–Al único que me quiero encontrar en vacaciones es a mi hijo. A mi hijo y a las hojas de los libros.

–Y Mas, ¿le ha prometido algo?
–Hombre, él me ha prometido cumplir los pactos a los que hemos llegado. Creo que es importante que se cumplan, especialmente el pacto por el empleo porque es lo que necesitan los ciudadanos y, en especial, los jóvenes, a los que hay que dar una oportunidad.

– ¿De verdad saben cómo generar empleo?
–Se dice que quien lo sabe es Rubalcaba, lo que pasa es que no ha querido aplicar su fórmula mágica durante los últimos siete años con Zapatero. No, mire, lo que sí sabemos son las reformas que se necesitan para que las empresas tengan más posibilidades de generar empleo. Todo pasa por más flexibilidad, por una profunda reforma del servicio de ocupación y también de la formación profesional.

–Usted tiene experiencia en materia de trabajo. ¿Se imagina de ministra del ramo?
–Sólo me imagino lo que soy. Nunca he imaginado nada en mi vida política y las cosas me han venido. Estoy encantada con mi responsabilidad y con los retos que me quedan pendientes en Cataluña.

–Llegado el caso de convertirse en ministra de Trabajo, ¿se le ocurriría pedirle consejo a Valeriano Gómez o a Celestino Corbacho?
–Llegado el caso, se lo pediría a Javier Arenas, a Manolo Pimentel y a Juan Carlos Aparicio. Jamás le pediría consejo a esos ministros que usted cita, pero tampoco a Almunia ni a otros ministros socialistas que siempre nos han dejado paro y falta de oportunidades para los jóvenes.

COMUNICARSE POR SMS
–Se aproximan las elecciones generales. A la vista de sus resultados en las autonómicas catalanas, ¿no debería ser usted la candidata del PP por Barcelona?
–No, mi responsabilidad está en el Parlament de Cataluña. En el PP catalán tenemos un extraordinario equipo que seguro que hará una gran campaña. Pero lo importante es nuestro candidato, Mariano Rajoy.

–Me imagino que Rajoy va a venir muchas veces a Cataluña en la próxima campaña, ¿no es así?
–En su casa llegaron a llamarle «el catalán» por sus frecuentes visitas y yo creo que ya es uno más de nosotros porque él se encuentra muy a gusto aquí. Los que habían querido establecer tópicos y prejuicios en relación al PP de Cataluña han sido desmentidos por los propios catalanes.

–¿Es más fácil que se le ponga al teléfono Rajoy o Mas?
–Se me ponen los dos con bastante facilidad, aunque siempre es más sencillo hablar con mi jefe. Hablo con los dos con bastante fluidez, aunque me comunico más por mensajes que por llamadas.

–¿Qué es más improbable, que usted sea consellera o que Duran Lleida sea ministro?
–No lo sé, yo hablo más por mí, pero en esta vida hay pocas cosas improbables.

–Bueno, bien pensado, prefiere ser ministra antes que consellera, ¿no?
–Me gustaría seguir trabajando por la gente como lo hago. Los cargos vienen y se van, lo importante es el trabajo que hayas hecho y el sentimiento de haber cumplido.

–De momento tiene el cargo de presidenta del PP de Cataluña. ¿Le gustaría mantenerse en él mucho tiempo o no ha pensado en ello?
–Sí, sí he pensado en ello. Me gustaría ser presidenta del PP de Cataluña el tiempo justo y necesario para convertirlo en partido de gobierno. Ahora llevo tres años y creo que el mínimo serían ocho años porque el PP catalán necesita una cierta estabilidad.

–O sea, que deberían estar en el gobierno de la Generalitat la próxima legislatura.
–Aspiramos a eso, a decidir, porque no quiero que un gobierno nacionalista nos acabe llevando a la separación del resto de España y somos los únicos que lo podemos evitar.

–Las encuestas de la Generalitat dicen que un 75 por ciento de los catalanes son partidarios de un nuevo pacto fiscal en la línea del concierto vasco. ¿Qué dice?
–Entiendo que todo el mundo quiere más dinero, pero también queremos que haya un equilibrio y una responsabilidad nacional. Pero lo primero es salir de la crisis. Si no, no tiene sentido hablar de modelos de financiación.

–En este tema se ofrece como interlocutora entre Mas y Rajoy. ¿Es una ventaja ser una mujer entre dos hombres?
–Siempre he pensado que soy mujer en un mundo de hombres. La verdad es que a veces tiene ciertas ventajas y yo tengo una buena capacidad de entendimiento con mi jefe y con Mas.

–Hablando de otras cosas, ¿su hijo de cuatro años no está hasta el gorro de la política?
–Absolutamente. Está muy cansado de tener muy poco a su madre.

–No se lo imagina en Nuevas Generaciones, entonces.
–Me lo imagino siendo feliz y siendo lo que él quiera. El otro fin de semana estaba con la camiseta del PP catalán de Blanes en la piscina.

–¿Habla en catalán con él?
–No, en catalán y en castellano. Lo mezclamos cuando él quiere. Hay un bilingüismo perfecto.

–¿En política falta sentido del humor?
–Falta sentido del humor y sentido común.

–Dígame un político actual que usted considera simpático.
–Mariano Rajoy. Parece serio, pero tiene una gran retranca, muy propia de los gallegos.