Barcelona

El PSOE entre la debacle de hoy y las primarias que vienen

Tras el 22-M, la escena política española ya no será la misma. En los cuarteles generales de las diferentes formaciones políticas se da por descontada la entrada en una nueva etapa, pese a lo prematuro para vaticinar la magnitud del cambio.

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El PSOE, de hecho, tiene por delante la tarea de elegir un nuevo líder. Ayer mismo, Zapatero aprovechó la jornanada de reflexión para cambiar impresiones telefónicas sobre las primarias socialistas con José Blanco y Marcelino Iglesias. En estos comicios, el regreso a las instituciones vascas, posiblemente definitivo, de la izquierda abertzale de la mano de Bildu marca la diferencia. Amén de la crisis económica y, sobre todo, de su gestión, que, según todas las encuestas, pasará hoy en las urnas factura a los socialistas. Su efecto más visible, el movimiento 15-M, completa el panorama que revolucionará la política española y que coloca ya a Mariano Rajoy, según los sondeos, con un pie en La Moncloa, eso sí, más por el desgaste del adversario que por méritos propios.

Vanos han sido los intentos de la familia socialista por marcar distancia con un líder bajo mínimos de popularidad. La renuncia pública de Zapatero, forzada y adelantada un año, a presentarse a las generales ha caído en saco roto, sin lograr el objetivo perseguido: que los ciudadanos juzguen a los líderes municipales y autonómicos socialistas por sus méritos y no por los deméritos del jefe. El PP, con Rajoy a la cabeza, se ha bregado para que así sea.
En este contexto, el resultado más inmediato será el ocaso del PSOE en el mapa autonómico. Después de perder la Generalitat catalana a finales de 2010, feudos tradicionalmente socialistas como Extremadura y Castilla-La Mancha podrían cambiar de manos. En plena época de recortes sociales, la confianza inquebrantable de Guillermo Fernández Vara en mantener el Ejecutivo extremeño se ha hecho añicos en los últimos días. Pese a ello, podría mantener la Presidencia gracias a IU.

PSOE y PP se disputan las elecciones, porque así lo han querido, a la carta de Castilla-La Mancha. Si José María Barreda logra repetir, la factura que los españoles pasen hoy al PSOE no será tan elevada, como se espera en Ferraz. En cambio, si Dolores de Cospedal consigue arrebatarle la Presidencia castellano-manchega, los populares habrán ganado «por goleada» los comicios, admite un dirigente del Gabinete de Zapatero. El mapa municipal cambiará también, pero menos que el autonómico, donde el PSOE está a punto de perder las presidencias de Baleares, Asturias y Aragón. Es decir, de quedarse tan sólo con el control del País Vasco, gracias al PP, y con el de Andalucía, autonomía en la que, de celebrarse hoy las elecciones, Javier Arenas rozaría la mayoría absoluta.

Ahora bien, la situación, según ambas formaciones, cambia en las municipales. «Son habas contadas y hay menos oscilaciones en las urnas», reconocen. De hecho, en 2007 el PP ganó por votos al PSOE, con 7,9 millones frente a 7,7 millones. Sin embargo, la Ley D'Hondt quiso que los socialistas lograran más concejales que los populares, con un resultado de 24.029 ediles frente a 23.348. No obstante, los emblemáticos ayuntamientos de Barcelona y Sevilla, después de 32 y 28 años, respectivamente, en poder de los socialistas, podrían cambiar de manos. CiU podría gobernar, por primera vez en su historia en la Ciudad Condal, aunque en unión con el PP. Mientras, los populares arrasarían en la ciudad del Guadalquivir, según el pronóstico invariable de las encuestas.

La vuelta de la izquierda abertzale a las instituciones transformará también la escena política vasca. Los sondeos conceden a Bildu el 18% de los votos. El PNV es consciente de que le mermará concejales. Sin embargo, confía en recuperar terreno en las autonómicas, cuando Sortu sustituya a Bildu, lo que, sin duda, constituirá el fin de EA, según los nacionalistas vascos. Pero tras el 22-M persistirán dos incógnitas. La primera, si el PSOE recuperará terreno con una guerra sin cuartel entre Rubalcaba y Chacón. Y la segunda, si el movimiento 15-M levantará o no sus campamentos.

Deporte y familia en la jornada de reflexión
El presidente del Gobierno aprovechó la jornada de reflexión para hacer algo de ejercicio, trabajar en su despacho y disfrutar de su familia. Mariano Rajoy también pasó la mañana con su esposa e hijo menor (el mayor está estudiando en el Reino Unido) y se decantó por hacer algo de deporte. Por la tarde, se reunió con varios amigos. El coordinador general de IU, Cayo Lara, dedicó la jornada a descansar en su pueblo, Argamasilla de Alba (Ciudad Real), junto a su mujer e hijos. Rosa Díez, líder de UPyD, se refugió ayer en la localidad de Sodupe, próxima a Bilbao.