Rubalcaba vincula el voto al PSOE con una garantía de paz

ÁLAVA/PAMPLONA/BURGOS- Rubalcaba intensifica el ritmo. Hoy toca triplete: Euskadi, Navarra y Castilla y León. El compás no bajará ya hasta el final de este largo periplo. La parada en la capital de Vitoria no estaba prevista en el diseño inicial, pero el Comité Electoral ha decidido incluirla en el último momento porque creen tener asegurados cinco de los nueve escaños que sacaron en las elecciones de 2008, pero hay un sexto que está en duda. Así que todos los esfuerzos son pocos, mucho más después del hálito de ánimo tras el debate del lunes.

Aunque hoy la agenda manda Europa, crisis y prima de riesgo, si el PSOE ha venido hasta aquí es para poner en valor el final de la lucha armada. Pero no sólo eso, hoy va más allá y sugiere con sutileza, sí,pero sugiere, que votar a Rubalcaba es una garantía para que la banda no vuelva a las andadas. ¿Recuerdan? No usar el fin de ETA en campaña. Eso decían.

Si el sábado en Dos Hermanas Alfonso Guerra y Felipe González abrieron la espita para «colar» a la banda en la agenda elctoral y atribuir el final de la violencia a Rubalcaba, lo que dicen hoy tanto Ramón Jaúregui como el lendakari, Patxi López, es que votar a su candidato es votar por «hacer irreversible la paz» y «por asentarla». El propio Rubalcaba, que hasta ahora había evitado cualquier mención al escenario actual, pide el voto de todos los vascos para «asegurar la paz», después de recordar ante el respetable, eso sí, « que hay que garantizar «esa unidad por la que tanto hemos tragado». No puede ocultar su «alegría» por estar en Euskadi y tampoco que en este reducido mitin esté entre el público la viuda del dirigente del PSE asesinado por ETA, Fernando Buesa, Natividad Rodríguez.

Antes que el candidato, Jáuregui ha defendido sin ambages que Rubalcaba es «lo mejor» para Euskadi y para España, entre otras cosas para garantizar que el final de ETA y la consolidación de la paz sean «irreversibles». Y dice más: la mejor opción para consolidar la paz, «evitar tentaciones», que los ciudadanos puedan «impregnarse de paz y libertad» y para impulsar la reconciliación.

El ministro pasa el testigo al lendakari y éste transita por la misma senda con una dedicatoria al PP: «Los mismos que ahora reconocen que ese anuncio no ha tenido ningún tipo de concesión política acusaron en su día al Gobierno de arrodillarse ante ETA y traicionar a sus vícitimas. Y ahora no tienen la gallardía de rectificar y pedirnos perdón», prueba inequívoca a su juicio de que los populares hacen política siempre «a la contra de todo». Conclusión: «Rubalcaba es la mejor opción para tener un Gobierno con el que asentar el nuevo tiempo de paz».

Rumbo a Pamplona, donde el candidato hace una última referencia al final de la lucha armada: «Ya no vais a mirar detrás, ni debajo, ni saldréis a la calle con temor. ¡Cómo me llena de satisfacción! Y estáis aquí, libres con vuestros fueros y vuestros derechos intactos». Al llegar a Burgos al abarrotado Polideportivo de Lavaderos, Rubalcaba, convencido de que «la recta final está aún por correr», se encuentra con que la organización ha tenido que habilitar una sala anexa para el millar de personas que se ha quedado fuera. Se salta el «protocolo», se dirige al añadido y, subido a una caja, improvisa unas palabras. Caluroso recibimiento. Y eso que aquí ya cambia el registro. Vuelta al libreto habitual.

LO QUE DICE
TERRORISMO
«No nos descuidemos. Hay que cuidar esa unidad por la que tanto hemos tragado los socialistas»

LO QUE HIZO
José Luis Rodríguez Zapatero dijo que no iba a negociar nunca más con ETA y tras el atentado de la T-4 volvieron a dialogar con la banda terrorista

e-lectores

El anuncio
Rubalcaba aseguró ayer que el voto para él significa asegurar la paz. ETA vuelve a entrar en campaña electoral.

El veredicto
Mariano Arribas
Profesión: Empleado de banca
Edad: 62
«Se nota que es el principal arma de Rubalcaba. Me parece exagerado decir eso y dar a entender que ha sido sólo gracias a él».

Inés de Soto
Profesión: Analista de inversiones
Edad: 26
«No sé cómo puede decir eso cuando cualquier otro partido democrático buscaría lo mismo también».