Rajoy se reúne hoy con economistas y avisa de que el PSOE «es más de lo mismo»

Los hay que son conocidos por su proximidad al PP, pero también los hay conocidos por lo contrario, y aun así estarán en la presentación de un libro sobre reformas económicas de Juan Velarde y luego posarán al lado del presidente popular. En esa foto de familia faltarán algunos de los que en privado le hablan al oído a Rajoy de economía, como es el caso del ex secretario de Estado Luis de Guindos, pero la noticia no está en las ausencias, sino en las presencias.
Por otra parte, el Comité Ejecutivo del PP oficializó ayer los trabajos electorales que en Génova están en marcha desde hace semanas. Ayer mismo por la tarde hubo otra reunión de la comisión encargada de elaborar el programa. El estío se dejó notar en las ausencias en la Ejecutiva, pero no en el espíritu del discurso de Rajoy sin cobertura de los medios. Algunos asistentes confirmaron a este diario que no fue un mensaje de cierre, sino de apertura de curso bajo la consigna de que «hay que estar preparados» para un adelanto electoral. Eso implica que los trabajos no se paralizarán durante los dos meses de verano. El mensaje político de la Ejecutiva fue un dardo contra Rubalcaba y contra el nuevo Gobierno. «Radicalismo, demagogia y sin agenda», fue el lema de las intervenciones de Rajoy, sin micrófonos, y de la secretaria general y presidenta manchega, María Dolores de Cospedal, a puerta abierta. En el turno de palabra, el europarlamentario Luis de Grandes intervino para señalar que el PSOE había colocado el debate de la reforma electoral en la calle y el PP debería fijar una posición común. Fuentes de la dirección confirmaron que, de cara al programa, están a la espera de ver qué hace el PSOE, pero recelan de un debate populista y con pocas perspectivas de concretarse en nada. Ahí está el resultado de la comisión parlamentaria, alegan.

Cospedal denuncia un déficit oculto que supera el 4 por ciento
A mediados de esta semana podría estar ya cerrado el documento elaborado por el nuevo Gobierno de Castilla-La Mancha, que preside María Dolores de Cospedal, y que vendría a confirmar el déficit oculto que le ha dejado en herencia el socialista José María Barreda. Cospedal pidió ayer una reunión urgente a la vicepresidenta económica, Elena Salgado, para hablar de las cuentas de su región. Los datos del Ministerio de Economía señalan que esa comunidad autónoma había cerrado el primer trimestre con un déficit del 1,7 por ciento, ya por encima del permitido, que es del 1,3 por ciento, Pero los «datos reales» que maneja el Gobierno de Cospedal dicen que el déficit puede ser incluso superior al 4 por ciento. Pese a estas malas perspectivas, la presidenta regional confirmó que la prioridad de su Gabinete es que los funcionarios públicos cobren sus salarios. Cospedal quiere que Salgado le aclare en qué términos entiende que tiene que estar presentado el plan financiero y económico de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha para que sea aprobado por el Gobierno, dado que en la última reunión del Consejo de Política Fiscal y Financiera el proyecto que presentó Barreda fue «rechazado», pero se dijo que «sólo necesitaba ajustar ciertos detalles», informa Ep. La dirigente popular también quiere que la vicepresidenta le aclare si conocía los datos ocultos que está descubriendo en los balances regionales.