Anchorage
La mecha se enciende
Aunque finalmente el pastor Jones no quemó coranes «porque ya consiguió su objetivo», en distintos puntos de EE UU sí les prendieron fuego / Las consecuencias son imprevisibles
El predicador Bob Old del pueblo de Springfield (Tennessee) le robó el espectáculo ayer al pastor Terry Jones, de 58 años, que ha mantenido en vilo a la nación y el resto de la comunidad internacional durante los últimos días, por sus amenazas de celebrar el aniversario del 11 de septiembre con una hoguera de coranes. Fue Old –y no Jones– el que finalmente prendió ayer fuego al libro sagrado de los musulmanes, aunque confirmó que su causa era diferente a la del pastor de Florida. A su juicio, «el islam es una religión falsa que enseña mentiras». Por eso, lo hizo.
En un principio, se pudo pensar que el aniversario de ayer iba a transcurrir en paz cuando por la mañana Jones confirmó que «no vamos a quemar ningún corán» desde Nueva York. Pero por la tarde su hijo Luke que se negó a ceder protagonismo volvió a aparecer ante las cámaras apostadas en el césped de la iglesia de su padre. «Incluso, aunque hayamos cancelado el acto, todo esto ha sido muy positivo porque hemos enviado un mensaje. La gente en EE UU tiene miedo del islam», destacó.
Más tarde a la puerta del centro Dove World Outreach, se congregaron opositores y defensores de recordar el 11 de septiembre con una pira de coranes. El ambiente se caldeó de tal manera que los agentes de Policía tuvieron que intervenir cuando un conductor intentó adentrarse en la zona con una pancarta que rezaba: «Por la memoria de los seres queridos, quema un corán».
Además de las manifestaciones a favor y en contra de la mezquita que se va a ubicar a dos manzanas de la Zona Cero, el aniversario del 11-S también estuvo marcado por la división de la clase política en otros puntos del país. Y es que sólo Nueva York se convirtió en el retrato del enfado general de los estadounidenses. El comentarista ultraconservador de radio Glenn Beck y la ex gobernadora republicana Sarah Palin volvieron a aparecer en escena en un acto de protesta contra Obama programado en Anchorage (Alaska). Por su parte, el polémico Michael Moore titulaba su último blog: «Si no se construye la mezquita, es que esto ya no es América».
La Administración estadounidense ha contemplado estupefacta durante los últimos días cómo un pastor de una localidad hasta ahora desconocida ha marcado la agenda de su política nacional e internacional. Mientras, también se ha cuestionado la responsabilidad de los medios de comunicación en la creación de estos monstruos que hacen cualquier cosa con tal de conseguir unos pocos minutos de fama en televisión. En cambio, el presentador Rick Sánchez de la CNN, acusada de ser responsable del circo de Florida, ha defendido el derecho de su cadena a explicar a sus telespectadores lo que ocurre. Ahora, la pregunta es si a todo hay que dar a todo el mundo el mismo espacio en los medios de comunicación.
✕
Accede a tu cuenta para comentar