JMJ de Río
A debate que los Patriarcas orientales elijan también al Papa
Las primeras sesiones del Sínodo de los obispos de Oriente Medio, que se celebra en el Vaticano del 10 al 24 de octubre, están resultando, como suele suceder en estos encuentros de obispos de todo el mundo, un «bombardeo de ideas», en el que cada pastor anuncia los problemas de su rebaño y en el que (con menos frecuencia) se hacen propuestas de soluciones y reformas.
Una de las ideas más llamativas ha sido la propuesta de Vartan Boghossian, obispo de 13.000 católicos de rito armenio en Argentina y representante de los armenios de América Latina, de que los seis Patriarcas de las Iglesias Orientales católicas puedan entrar, por el hecho mismo de ser Patriarcas, en el cónclave para elegir al Papa. Hasta ahora, igual que pasa con los jerarcas latinos, sólo eligen al Papa aquellos que han sido designados cardenales. Eclesialmente no es absurdo, pero puede ser desproporcionado: el Patriarca copto, por ejemplo, podría votar al Papa siendo pastor de apenas 170.000 fieles concentrados en Egipto. Los otros Patriarcas católicos orientales son el maronita, el melquita, el caldeo, el siríaco y el armenio. Otros católicos orientales no tienen patriarcas.
Un gallego en el Sínodo
El superior mundial de los franciscanos, el gallego José Rodríguez Carballo, recordó la presencia de su orden en Oriente desde el siglo XIII y propuso elaborar «un catecismo único para todos los católicos de Oriente Medio», «una formación adecuada a las exigencias de la nueva evangelización» y «un año dedicado al apóstol Juan en Oriente Medio, si es posible con los hermanos de las iglesias no católicas». También pidió potenciar los estudios bíblicos, especialmente los que imparten jesuitas, dominicos y franciscanos en Jerusalén.
Un ejemplo de las complejidades del catolicismo en un mundo globalizado fue el análisis del obispo siro-malabar Bosco Puthur, representando a esta iglesia de India, de casi 4 millones de fieles. Según Puthur, hay 430.000 católicos siro-malabares en los países del Golfo Pérsico («190.000 en Arabia Saudí; 110.000 en los Emiratos Árabes Unidos; 45.000 en Omán; 40.000 en Kuwait; 35.000 en Bahrein y 10.000 en Qatar», detalló), y corren peligro de perder la fe no a manos del islam, sino de los grupos protestantes pentecostales, debido a la ineficacia de la jerarquía latina que, además, no permite a los obispos siro-malabares actuar. «Un "Rescript"de la Santa Sede impide en esta región toda participación de nuestra Iglesia en materia de pastoral para nuestros fieles en el área. A la Iglesia Siro-Malabar no se le concede libertad alguna para cuidar de sus fieles en la región. Crece el peligro de que nuestros fieles sean descarriados por los grupos pentecostales que prosperan en la región del Golfo», denunció Puthur. Y añadió: «los gobiernos en la región del Golfo, en general, están abiertos a las comunidades cristianas, ya que en este momento necesitan trabajadores inmigrantes».