París
Urdangarín cargó a las cuentas de Aizoon viajes familiares a París y Río
MaDRID- Miguel Tejeiro, ex secretario del Instituto Nóos –la entidad que presidió Iñaki Urdangarín que está siendo investigada por un presunto desvío de fondos públicos– reconoció el pasado sábado al juez José Castro que «no asistía a ninguna junta» y que «los acuerdos que se supone que se adoptaban en su seno ya se los entregaban escritos». Él (que no cobraba por esa labor) se limitaba a leerlos, aseguró, y «como no contenían ningún acuerdo sorpresivo o arriesgado», los firmaba. De esta manera procedió en cinco ocasiones: cuando se constituyó el comité; al ser designado presidente Diego Torres, el socio del Duque de Palma; cuando se acordó abrir una cuenta en La Caixa; al aprobar una póliza de crédito con esa misma entidad y en la concesión de «plenos poderes» al presidente y vicepresidente del Instituto Nóos.
Su hermano Marco Antonio, que se encargaba de la facturación de las empresas de la supuesta trama, también declaró como imputado y, preguntado en relación a si Urdangarín y la Infanta Cristina pretendieron cargar gastos personales en las cuentas de Aizoon, la empresa que compartían al 50%, aseguró que «puede que haya pasado», aunque no era capaz de concretarlo. No obstante, cuando el instructor saca a colación un correo electrónico del 20 de abril de 2009 «por el que se carga a las cuentas de Aizoon una serie de viajes Barcelona-París, París-Río de Janeiro y vuelta» en el que figuraban como usuarios Urdangarín, Doña Cristina «y, por el apellido, otros miembros de la familia biológica del primero», Tejeiro declaró: «Es cierto que lo pagaron con la visa».
El imputado dijo que trabajó «para todas las empresas» del grupo, aunque sólo se le vinculaba laboralmente a una de ellas, un «trasiego» que nunca le explicaron pero que consintió porque le mantenían las condiciones laborales (cifró su salario más alto en 35.000 euros brutos al mes).
Era Diego Torres, explicó, quien le decía «factura a esta empresa o a esta otra» y le señalaba el concepto y el importe, aunque él «desconocía si esas facturas pertenecían o no a la realidad». Tejeiro dejó claro que no comprobaba «si los servicios se habían hecho o no». Sencillamente, no era su «misión». El fiscal le preguntó entonces cómo podía ser que una sociedad con 200 euros mensuales pudiese facturar 420.000. «Eso habrá que preguntárselo a quien corresponda y ése es Diego Torres», contestó. Él, recalcó, hacía las facturas «recibiendo el dictado» de Urdangarín o su socio. El Duque de Palma, precisó en un momento de su declaración, «tenía acceso a todo lo relacionado con el Instituto Nóos».
En cuanto a la Infanta Cristina, a preguntas de la letrada de Manos Limpias, afirmó que sólo la vio «una vez» en el Instituto Nóos, que nunca le dio una orden y que desconocía si asistía a las reuniones de las juntas de las que era secretaria. Nunca, aclaró, conversó telefónicamente con ella. Del mismo modo, quiso dejar claro que «ninguna administración pública le pidió justificación de los fondos recibidos, salvo en el tema de los Juegos europeos, ni ellos se lo proporcionaron».
En cuanto a su hermano Miguel, ex contable de las empresas de la trama y antiguo secretario de Nóos, afirmó que a instancias de Urdangarín y Torres les asesoró sobre la compra de inmuebles para reducir la base imponible del Impuesto de Sociedades, lo que les llevó a comprar tres pisos en Palma de Mallorca. Tejeiro –que llevaba la gestión tributaria de las sociedades– afirmó que eran los dos socios de Nóos los que «en cada momento decidían si la nómina de un trabajador se tenía que cobrar de una u otra empresa».
Una sociedad en Belice para pagar un 6% en lugar de un 22 por ciento
Salvador Trinxet, a quien recurrieron Urdangarín y Torres para, según Anticorrupción, conseguir evadir el dinero de Nóos a través de paraísos fiscales explicó al juez cómo medió, a cambio de 12.000 euros, para conseguir que el socio del Duque de Palma consiguiera abrir dos cuentas bancarias en el banco Credit Agricole de Luxemburgo. Trinxet aseguró que está convencido de que quien «manejaba y tomaba las decisiones» era Torres y que «nunca nadie» le dijo «que pudiera estar involucrado en esta operación (la creación de una empresa británica, De Goes, con cabecera en Belice para pagar menos impuestos) Iñaki Urdangarín». Según él, de haberlo sabido «se hubiera planteado explotar comercialmente esta relación». El ex contable de Nóos Miguel Tejeiro puso cifras a esas ventajas fiscales: la tributación se reducía de un 22% al seis o siete por ciento. Eso sí, insistió en que «en ningún momento se buscó un paraíso fiscal». Trinxet negó, a preguntas de la Fiscalía, que se le encargara la creación de sociedades opacas. El declarante añadió que desconocía «la procedencia de los fondos con los que se pagaban las facturas» que le enviaban, que él ni emitía ni comprobaba, limitándose «a reenviarlas al contable inglés». De Marco Antonio Tejeiro, la persona que contactó con él por encargo de Torres, Trinxet aseguró que «no era precisamente una lumbrera».
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