Nueva York
Eugenia Silva: «Me gustaría ser madre»
Participa en la campaña de promoción del español, el Día E
Con E de empresaria, de estudiante, de estilo, de elegante... pero, sobre todo, con E de Eugenia. La modelo ha sido elegida para la campaña del Día E de promoción del español.
–¿Sabe por qué la han elegido?
–Lo primero que hice fue preguntarlo. Me explicaron que mi imagen era internacional y que les apetecía tener a alguien del mundo de la moda. No sólo por ser una cara bonita, sino porque me podía desenvolver bien. En la campaña participan científicos, investigadores, médicos... Estoy encantada de estar rodeada de esta gente porque no es habitual que te metan en el mismo saco.
–¿Qué quiere que la gente sepa de Eugenia?
–He pasado mucho tiempo fuera por mi vida profesional y en mi país la gente no me conoce. En EE UU o Suramérica he hecho más entrevistas y me han dado más oportunidades de hablar. Aquí, la gente juzga mucho. No pretendo caer bien a todo el mundo, pero que tengan una base y no inventen. Quien quiere conocerme se toma la molestia, pero también es respetable quien no quiere hacerlo.
– Por su trabajo pasa mucho tiempo fuera, ¿no se cansa de «cruzar el charco?
–Ésa es una expresión muy española. Lo cruzo una vez a la semana, ya que vivo entre Nueva York y Madrid. Mi vida es la unión de las dos ciudades, donde trabajo y habito.
–Sus viajes son constantes y supongo que cuando está fuera se acordará mucho de España...
–Me llamó la atención que en Australia, en el desierto que llaman de los pináculos, existe una especie de ciudad con la apariencia de cuando estaban repoblando el medio oeste americano, con casetas, una cantina y albergues en mitad de la nada. En esta aldea las calles se llaman Málaga, Sevilla, Toledo... Tengo fotos donde pone Polo Norte, Polo Sur y detrás, «Málaga street».
– Allí habría pocos monumentos que contemplar para una apasionada de la arquitectura...
–Sí, quise estudiar la carrera. Mis padres, tíos y mi abuelo estudiaron Derecho. Sólo dos de mi familia se «libraron» y optaron por la arquitectura. Cuando me salió el concurso en el año 92 para elegir ciencias o letras me di cuenta de que no podía compaginar Arquitectura con el trabajo de modelo y tiré por Derecho. Soy socia de la Fundación Alejandro de la Sota y Rafael Moneo es amigo de mi familia, me gusta mucho hablar con él. También disfruto con la fotografía, soy muy cotilla y me gusta mirarlo todo.
–¿Parece que le van todas las disciplinas artísticas?
–No tengo ningún talento, pero soy hiperactiva. Me encanta mi trabajo, no me cuesta echar horas en temas que me interesan como en mis viajes al África negra para defender los derechos de las mujeres y las niñas. En la lucha contra el Sida me involucré porque Miguel Bosé es amigo mío y me lo pidió, me ayudó a descubrir un mundo que afecta a mucha gente y si mi voz sirve para algo, la tengo que aprovechar. Además, soy muy perfeccionista.
–Le quedará poco tiempo para usted misma. ¿Tendrá un respiro?
–Me gusta el campo y relacionarme con la gente. He abierto un bar en Formentera, el Cantoni. Disfruto viajando y trabajando con un buen equipo que tiene muy bien asignadas sus labores.
–Y ahora tiene una productora...
–Me encanta el cine español y lo que se hace en Argentina. También el cine francés. Ver y comparar cómo se hacen las produccciones en los distintos países. Empecé este proyecto con una amiga mía, Frida Torresblanco. Básicamente estoy aprendiendo, leyendo guiones y dando mi opinión sobre los que me mandan y, por ahora, es mi función.
–¿Que hizo antes que no haría y viceversa?
–Me arrepiento de pocas cosas o de ninguna, aunque hayas sufrido. Si la decisión que se toma, personal o profesional, fue la equivocada, es la que tomé y si lo hice, sería por algo. Soy mucho más cautelosa con mi vida privada, antes tomaba el sol en topless, ahora no. Hablo menos y pienso más. También hay muchas cosas que no pude hacer en el pasado y que puede que no me dé tiempo a hacer. Me gustaría ser madre, formar una familia.
La palabra clave
Eugenia forma parte de la campaña publicitaria del Día E junto a personalidades como Ana María Matute, Gael García Bernal, Ferran Adrià, María Dolores Pradera o Pau Gasol. Cada uno eligió su palabra favorita del español. Silva optó por «madre»: «Por lo que representa en sí, es vida, adoro a mi madre, porque me gustaría serlo y porque utilizo mucho el término».