No ha entrado con buen pie Belén Esteban en la televisión mexicana. Las redes sociales se llenaron de críticas contra la ex princesa del pueblo por su inadecuado proceder durante su visita al programa corazonero “Chismorreo”, enzarzada en una discusión a gritos con Kiko Matamoros por diferencias en los comentarios sobre algunos personajes populares.

Uno de los mensajes subidos a la red califica a la de San Blas de “gritona” y pide que “no inviten más a esos dos españoles al programa”, mientras otro les calificaba de “invitados horrorosos”.

A Belén no parecen importarle las críticas porque, según nos indica una persona de su entorno, “ha regresado encantada de su viaje americano. Lo considera una experiencia maravillosa y volvería allí sin dudarlo. Asegura que se lo ha pasado muy bien y que todos le trataron fenomenal”. De las críticas, nada.

Como saben nuestros lectores, la Esteban y siete tertulianos más del extinto “Sálvame” se desplazaron a Miami y México D.F. para participar en un reallity producido por “La fábrica de la tele” para Netflix.

Ya indicamos en esta web hace unos días que a Belén no le importaría marcharse una temporada a Los Ángeles si le hacen una buena oferta de trabajo en el medio televisivo. Por una razón muy concreta: su hija Andrea trabaja en una empresa de esa ciudad californiana como periodista y gestora de redes sociales.

Lo que no está muy claro es que su marido Miguel vaya a pedir una excedencia en su trabajo como conductor de ambulancias para seguir a su mujer a la costa oeste de los Estados Unidos.