El gesto de Nebulossa que ha revolucionado Eurovisión antes de su actuación

El planeta entero ha fijado su atención en Suecia, concretamente en el Malmö Arena donde se celebra el Festival de Eurovisión 2024. El más polémico de su historia por cuestiones políticas, especialmente por la participación de Israel y las quejas de otras delegaciones por su operación militar en Gaza. También por la descalificación horas antes de la gran final de Joost Klein, representante de los Países Bajos y apartado de la competencia por una conducta indebida que atenta contra los valores del concurso. Entre tanta controversia, también se agradecen otras notas de color, como la que nos ha regalado los representantes de España, Nebulossa, en el tradicional paseíllo con el que se da comienzo la gala.

Uno de los momentos clásicos cada año cuando da comienzo el Festival de Eurovisión es cuando cada delegación sube al escenario para presentarse ante el público. Se hace mediante un desfile de los representantes de cada país, que saludan a los asistentes presumiendo de bandera y ayudando a acercarse al público. Tienen tan solo unos segundos para transmitir un mensaje al mundo, aunque sea tan solo moviendo la mano a modo de saludo, luciendo una sonrisa de oreja a oreja o, como es el caso de los españoles Nebulossa, dándose un beso que demuestra que son pareja no solo en el escenario, también en el terreno amoroso. Esto contribuye a que Europa y el resto del globo sepa algo más de ellos y les resulte más afines.

Así, la cantante María Bas y el productor y teclista Mark Dasousa se han fundido en un emotivo beso nada más terminar su paseíllo por el desfile de banderas. Aparecían pletóricos de felicidad y con los nervios a flor de piel por el importante momento que están viviendo. Lo hacían cogidos de la mano, con paso firme y con ganas de triunfar poco después con su himno ‘Zorra’ -aquí puedes ver la actuación de Nebulossa en Eurovisión 2024-. Antes, el beso que ha enloquecido el Malmö Arena. Este gesto ha animado mucho al público, que ha recibido el ósculo con un aplauso, vítores y algún que otro grito de emoción.