Tv
Así han sido los encontronazos de Olga Moreno y Rociíto
Además del judicial y mediático, la ganadora de Supervivientes y la hija de Rocío Jurado, se han visto las caras en dos ocasiones a lo largo de estos últimos 22 años. Así han sido sus encontronazos y así los han contado en televisión.
“No vengo a hablar de Rocío Carrasco, vengo a hablar de lo que se ha dicho sobre mí”, fue lo primero que quiso dejar claro al comenzar el especial “Ahora Oa”, que se presentaba como la respuesta de Olga a la docuserie “Rocío: contar la verdad para seguir viva”.
En homenaje a la marea azul, la legión de fans que le ha hecho ganadora de Supervivientes, vestía de azul. Tranquila y serena, aunque sin poder disimular el asombro y el dolor que le producía escuchar algunas de las acusaciones de Rocío Carrasco, Olga se ciñó a lo pactado con la productora: sólo contestaría a lo que le afecta a ella y no hablaría sobre asuntos “judicializados”.
Ya antes de emitirse el programa, grabado el día anterior, Isabel Rábago, una de las entrevistadoras seleccionadas para entrevistar a Olga, a pesar de su afinidad a Rocío Carrasco, sembraba la polémica con un tuit: “Ahora, yo... [emoji de silencio] Ojalá todos se sentaran en un plató como se sentó Rocío Carrasco. A ella se le pudo preguntar todo y por todos. Pero todos no son como ella. Fin”, decía la periodista.
Así se enfrentan Rocío y Olga a la polémica
Sus críticas a los límites impuestos por la sevillana obtenían respuesta de otros colaboradores invitados como Kiko Matamoros o Antonio Rossi que recriminaban la actitud de su compañera. Y es que, aunque sean inevitable que se comparen las entrevistas a ambas mujeres, no pueden equipararse en ningún sentido. Olga no ha tenido tiempo ni para ver las 60 horas de docuserie ni para estudiar los cerca de tres mil folios que resumen veinte años de guerra judicial entre Antonio David y Rocío Carrasco. A todo ello se suma otro motivo de peso para no entrar en este conflicto mediático: si lo hiciera arruinaría las posibilidades de su marido para obtener una reparación judicial al daño causado en su honor y en su imagen por el testimonio de su ex mujer en Telecinco.
Aún con estas limitaciones, Olga permitió que hubiera voces disidentes entre los periodistas y tertulianos que la entrevistaron. Estaban quienes la defendían como Matamoros o Marta López, y periodistas incómodos como Antonio Rossi o la propia Rábago, amiga y defensora de Carrasco. Los dos bandos, azul y fucsia, estaban representados. Se ponía fin de algún modo al pensamiento único que ha marcado los debates y especiales de Rocío Carrasco.
Pero era inevitable que Olga se pronunciara sobre la ex mujer de Antonio David y sobre su supuesta complicidad para alejarles de sus dos hijos, que viven desde hace años en Málaga con el matrimonio y su hija Lola: “No pierdo la esperanza nunca, espero que en un futuro abra los ojos y vea que sus hijos están ahí”.
Aseguró Olga que se ha puesto “en la piel de Rocío Carrasco desde el minuto 1″ y que, lejos de ser cómplice del distanciamiento, su papel ha sido el de remar a favor de esos niños y suplir las carencias: “Lo único que he hecho en estos 22 años es darle mucho amor a unos hijos que no son míos. Lo volvería a hacer. Me hubiese gustado que su madre hubiese estado allí siempre, porque lo hubiera hecho todo más fácil”.
El incómodo primer encuentro físico de Rocío y Olga
Las dos mujeres de Antonio David no han tenido en estos veinte años más que dos encuentros. El primero se produjo unas Navidades en Málaga cuando David Flores sufrió una neumonía que le mantuvo ingresado durante más de una semana. La grave situación en la que se encontraba el niño propició que Rocío y Fidel se presentaran de madrugada en el hospital.
En ese momento, la una de la mañana, Olga se encontraba, en camisón, tumbada en la cama de David. Una escena que Rocío Carrasco calificó de dantesca y que arrancó las palabras más duras de Olga Moreno: “¡No te lo voy a permitir!, ¿qué estas insinuando?, por ahí no vayas-dijo Olga muy enfadada-Ella sabe que su hijo duerme para abajo. Por eso yo tenía que estar recostada junto a él, para sujetarle las vías...”.
A pesar de que fue precisamente este primer encuentro el que ha provocado las mayores críticas de Rocío a Olga, aseguró que ahí vio los supuestos piojos que infestaban a sus hijos en su infancia, ambas reconocen que tuvieron una relación cordial esos días por el bien de David Flores. Niega, eso sí, que ella fuera efusiva al saludar a Fidel Albiac, como aseguró Rocío: “Yo tenía motivos para no ser efusiva con Fidel”. En lo único que están de acuerdo sobre aquel encuentro es que el malagueño no estaba en la habitación cuando ellos llegaron y que, cuando entró, cinco minutos después, fue antes al cuarto de baño que a saludarles. “Supongo que se estaría lavando las manos. Después no sé si le dio la mano a Fidel o cómo se saludaron, pero bien ...” dijo Olga frente a la versión de Carrasco que aseguró que, antes de saludarle a ella y a Fidel, el ex guardia civil estuvo vomitando durante quince minutos.
Un segundo encuentro en los Juzgados, que no será el último
También en presencia del hijo menor de Rocío Carrasco volvieron a verse las caras ambas mujeres, esta vez, en los juzgados. Habían pasado varios años pero la relación entre ambas, al igual que el distanciamiento de Rocío Carrasco y sus hijos, iba a peor.
Las versiones de la última vez que se vieron las caras difieren mucho dependiendo de quién cuente la historia. Ésta, la que dio origen a la frase viral del “No tiene coño”, tuvo lugar en los juzgados de Alcobendas, cuando Rocío Carrasco vio por última vez a su hijo David. Según contó Olga Moreno en su, hasta la de ayer, su primera y única entrevista en televisión, Rocío Carrasco evitó saludar a su hijo pequeño, lo que hizo que le recriminara su actitud diciéndole: “¿De verdad que no vas a saludar a tu hijo?”. Rocío negó que tal cosa ocurriera: “Olga no tiene coño para decirme eso a la cara, no lo tiene. No tiene lo que hay que tener”.
Al contrario. Según Rocío Carrasco, Olga trató por todos los medios que su hijo la viera. Aseguró que, cuando ella salió de declarar en sala, Olga giró la cara de su hijo y le besó, para evitar que sus miradas se encontraran. Esto hizo, según contó Carrasco, que explotara contra ella: “Yo iba a por ella. Podía pasar que alguna de las dos tuviera algún problema y no saliera de ahí. Porque yo iba literalmente a por ella, pero mi abogado lo evitó.”
Ahora tras escuchar la versión de Olga, la mujer de Antonio David ha explicado en detalle lo que ocurrió la última vez que se vieron: " Si el niño no la ve, yo soy su madre y salgo y saludo a mi hijo. Por mucho que yo lo tapara… Lo he explicado ya. David y yo nos levantamos para que David saludara a su madre y pasa por mi lado y sí que es verdad que yo le digo: ¿De verdad que no vas a saludar a tu hijo? Son tres metros lo que hay de la puerta”.
“Aunque fuese así …yo cojo a mi hijo y le doy un beso- insistía Olga sin entender la actitud de Rocío Carrasco- A mí me duele, pero a ella le tiene que doler mil veces más. No entendía...Esto lo ha vivido el niño. Lo han vivido ellos, no es una cosa que yo me invente… Que a lo mejor es verdad que Rocío Carrasco se bloqueó y no quiso saludar a su hijo. No sé por qué, no lo sé. Pero se bloqueó un buen rato, porque antes estuvimos a tres metros de ella”.
✕
Accede a tu cuenta para comentar