La reina emérita, doña Sofía, ha realizado una breve pero significativa visita a Málaga durante la Semana Santa. Mientras presidía eventos oficiales, como el tradicional desembarco de la Legión Española y el traslado del Cristo de la Buena Muerte y Ánimas, organizados por la Congregación de Mena, decidió tomarse un momento para disfrutar de la auténtica cocina local.

En esta ocasión, la reina eligió el pintoresco barrio de Huelin para almorzar, optando por el conocido chiringuito Rocamar, un lugar que ya había visitado en anteriores ocasiones y que se ha convertido en uno de sus favoritos en la ciudad. Desde el restaurante, se expresó el orgullo de ser nuevamente elegidos por doña Sofía, quienes compartieron la experiencia a través de su perfil de Instagram, destacando los platos que la reina disfrutó, especialmente los espetos de sardinas, y mencionando su interacción con el espetero del negocio.

Durante su almuerzo, la presencia de la reina no pasó desapercibida para los clientes habituales del chiringuito, como Álvaro y su familia, quienes celebraban el cumpleaños de su padre, Pepe. La sorpresa llegó cuando, inesperadamente, doña Sofía se acercó a su mesa para felicitar personalmente al cumpleañero, demostrando su cercanía y sencillez.

Además de disfrutar de la comida y la compañía, la reina emérita también se mostró amigable y cercana con los presentes, incluso interactuando con un perro en la terraza del restaurante y accediendo a tomarse una fotografía con él.