Gestación subrogada

Los problemas colaterales de Ana Obregón: muchas firmas no quieren vestir a la actriz

Tras el nacimiento de Ana Sandra, algunas marcas han rechazado prestar ropa a la presentadora

Ana Obregón durante la presentación de "El chico de las musarañas"
Ana Obregón durante la presentación de "El chico de las musarañas"GTRES

La decisión de Ana Obregón de convertirse en abuela por gestación subrogada en Miami el pasado mes de marzo ha tenido muchas consecuencias negativas para la actriz. La presentadora, que tras la muerte de su hijo decidió llevar a cabo todos los deseos que Aless Lequio no pudo cumplir en vida, ha dividido a la opinión pública entre los que apoyan su decisión y los que condenan sus actos en el margen de la moralidad e incluso de la ley, ya que aquí en España no está permitido este procedimiento. Tal fue el revuelo mediático en su día, que incluso el debate llegó al Congreso de los Diputados y algunas formaciones políticas se pronunciaron sobre el asunto, como fue el caso de Irene Montero.

Y tres meses después del nacimiento de Ana Sandra, Ana Obregón regresaba a España junto a su nieta el pasado 31 de mayo a primera hora de la mañana, después de haber atravesado toda la tormenta mediática. La vida de la presentadora ha dado un giro de 180º y ha recuperado las ganas de vivir que había perdido tras el fallecimiento de Aless en nayo de 2020 con tan solo 27 años de edad. La actriz se sumió en un luto donde no veía la luz y no encontraba ningún motivo para continuar. Desde ese momento, Obregón siempre vistió con los colores del luto, pero ahora, tras la llegada de Ana Sandra, ha vuelto vestir de colores y estampados, reflejando su estado de ánimo y su felicidad en su vestimenta y, aunque mantiene el color blanco, símbolo del luto en el budismo, lo conjuga con llamativos diseñados, como el que lució ayer de flores coloridas.

Lo que no esperaba Ana Obregón es que algunas firmas no quisieran prestarle ropa a raíz de haber tomado la decisión de convertirse en abuela por gestación subrogada. Así se lo han hecho saber algunas fuentes solventes en exclusiva a "Vanitatis": "En los últimos meses, Ana se ha puesto en contacto con determinadas marcas y showrooms con los que no tenía ningún tipo de relación previa o esta era muy escasa, y la respuesta ha sido siempre la misma: "No se adecúa a los estándares deseados por el cliente". Algo no del todo cierto, porque las firmas consultadas visten a mujeres similares a sus características".

Y esta contradicción tiene una explicación muy sencilla, o al menos así lo han explicado expertos de la industria al anterior medio citado: "Claramente, la polémica generada en torno a su decisión le está pasando factura a su imagen pública. A las casas de lujo solo les interesan los escándalos 'fashion' del impacto y la viralidad, jamás entrarían o se posicionarían, en cierta parte, con un tema que ha llegado a ocupar un espacio en el debate nacional. Planteémonos, por ejemplo, por qué las políticas tienen que comprar toda su ropa". Por este motivo, Ana Obregón ha tenido que recurrir a sus diseñadores de confianza, como pueden ser Hannibal Laguna o Rubén Hernández, para vestir en sus compromisos públicos, ya que al haber recurrido a una técnica ilegal en España para convertirse en abuela, muchas firmas de lujo han tomado la decisión de no ser relacionadas con ella, tal y como explica "Vanitatis".