Casas reales
Los duques de Sussex bautizan a su hijo Archie rodeados de familia y pocos amigos
El bautizo se celebró en el Castillo de Windsor, a las afueras de Londres y los detalles apenas han transcendido
El bautizo se celebró en el Castillo de Windsor, a las afueras de Londres y los detalles apenas han transcendido
A pesar de que Meghan Markle ha dado más que suficientes pistas de su deseo de privacidad –el secretismo en que estuvo envuelto el nacimiento de su hijo es el más reciente ejemplo–, un grupo de seguidores de la realeza británica, instalados a las puertas de Windsor Castle, todavía tenían la esperanza de que los duques de Sussex salieran a saludarles junto a su hijo Archie, que fue bautizado ayer en una pequeña capilla dentro del castillo. Sin embargo, y como era previsible, se llevaron una desilusión: no solo no vieron al bebé Sussex, sino que tampoco a los invitados a la ceremonia. El príncipe Guillermo y Kate Middleton llegaron por una entrada secundaria lejos de los curiosos y, según la Prensa inglesa, el príncipe Carlos y Camilla Parker aterrizaron en Windsor en helicóptero. Los otros 25 invitados al bautizo, incluyendo los padrinos del niño, siguen siendo un misterio. Las únicas excepciones son Tiggy Legge-Bourke, quien fuera niñera del príncipe Harry –y que se especula podría ser una de las madrinas de Archie–, que fue vista a su llegada poco antes de que comenzara la ceremonia a las 12:00 del mediodía.
Algunas horas más tarde, los duques de Sussex difundieron una foto oficial en su cuenta de Instagram que permitió constatar que también estuvieron presentes en el bautizo las hermanas de Lady Di, Jane Fellowes y Sarah McCorquodale, y Doria Ragland, la madre de Meghan. La gran ausente, sin embargo, fue Isabel II.
Tomada por el fotógrafo de moda Chris Allerton en una sala de Windsor, en la imagen se les ve a todos elegantes y sonrientes, especialmente a la orgullosa Meghan, que eligió para la ocasión un modelo a medida de Dior en blanco y con escote barco, tanto su color como su corte preferidos. Por su parte, la duquesa de Cambridge recicló un vestido de Stella McCartney en un tono de rosa un poco más oscuro que el que llevó la abuela Ragland. En un segundo retrato en blanco y negro, bastante más íntimo, aparecen Meghan y Harry mirando con ternura a Archie Harrison. Se trata de las primeras imágenes en las que se aprecia de cerca el rostro del niño. Desde su nacimiento el 6 de mayo, en la cuenta oficial de los duques se han publicado pocas fotos suyas. En ellas se le ve de lejos y envuelto en una cobija, como el día de su presentación al público, aparecen solo sus pies o no se le aprecia del todo bien. Tras la publicación del nuevo retrato las redes sociales, como era de esperar, se llenaron de inmediato de opiniones sobre si Archie se parece a su padre –se sospecha que comparten el color de pelo– o, más bien, a su madre. En el comentario que acompaña las instantáneas, aunque no se ofrece la información más deseada por el público –quiénes son los padrinos del niño, lo que ha despertado mucha especulación y hasta una gran cantidad de apuestas–, sí se explica que el bautizo fue oficiado por el arzobispo de Canterbury, Justin Welby. «El duque y la duquesa de Sussex se alegran de compartir la felicidad de este día con el público, que tantas muestras de apoyo les han ofrecido desde el nacimiento de su hijo. Agradecen su amabilidad al darle la bienvenida a su primogénito y al celebrar este momento especial», reza el texto.