Marta Ortega ha vuelto a hacer abuelo al tercer hombre más rico del mundo, al que honrará llamando a su hijo como él. Amancio Álvarez Ortega ha nacido con un pan debajo del brazo, cosa que puede ser la envidia de muchos, aunque más bien es una soberana puñeta. Me explico: la gran fortuna de este niño es haber nacido en España y no en México, Colombia o EE UU. Aquí va a poder disfrutar de una infancia más relajada en cuanto a su seguridad privada se refiere,(que le pregunten a los herederos de las familias Kennedy, Hearst, Botero o del propio Carlos Slim). España es un país muy tranquilo y con un «casi» desaparecido riesgo de secuestros.

En cuanto a su educación, será mirada con lupa y sus amigos de colegio también. Lo normal es que estudie en los mejores colegios y universidades internacionales. Allí se rodeará de otros niños de su edad y similar procedencia. No me refiero a gallegos, empresarios textiles o jinetes del mundo de la equitación sino de herederos de grandes fortunas, «rancios abolengos» y apellidos de ilustres gobernantes. Los veranos los pasará asistiendo al circuito internacional de hípica y en algún campamento militar como el de Culbert en el estado de Indiana, EE UU, como las nietas de George Bush, Luis Alfonso de Borbón y los hijos de Alfredo Fraile.

Además, tendrá que ser muy exigente a la hora de encontrar novia, enamorarse y casarse, pues tendrá demasiados ojos puestos en cada decisión que tome. Lo dicho, no me cambiaría por él. No por la calidad humana de sus progenitores, de los que me han hablado maravillas, sino por lo complejo de tener que mantener las distancias y recelos con las amistades.

Así se perpetró

Fecha: 05/03/2013 .

Titular: «Amancio Ortega nace con un imperio textil bajo el brazo»

Al descubierto:Su vida no será tan idílica como la pintan. Tendrá que medir cada uno de sus pasos y lidiar con el acoso mediático.