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Jorge Javier Vázquez crucifica a Íñigo Errejón por su “hipocresía” y salpica a Yolanda Díaz

Está muy decepcionado con el político y por cómo ha actuado Sumar. Lo único positivo que ve es que el feminismo ha tumbado un poderoso más

Jorge Javier Vázquez Supervivientes

El pasado jueves Íñigo Errejón daba la sorpresa mayúscula al anunciar su salida de la política por la puerta de atrás. Lo hacía para huir de la avalancha de denuncias públicas, virales y también judiciales contra él por parte de diferentes mujeres, que le acusan de desagradables episodios enmarcados en abuso o agresión sexual, según el caso. Se pronunciará la justicia, pues ya han sido admitidas a trámite las acciones legales iniciadas por la actriz Elisa Mouliaá y la colaboradora Aída Nízar. Pero hay muchas más. Mientras tanto, el político sigue en paradero desconocido, desatendiendo las oportunidades que se le presentan para dar explicaciones o defenderse. Lo tiene difícil y es que incluso desde su propio partido le dan la espalda. También aquellos que confiaron en sus promesas electorales o cuando sostenía la bandera feminista, entre los que se encontraba Jorge Javier Vázquez, que ahora siente una profunda decepción.

Yolanda Díaz e Íñigo ErrejónAlberto R Roldán

El presentador se ha metido en diversos conflictos mediáticos por salirse del guion y dar su opinión política. No le importan las consecuencias, él no está dispuesto a callar nunca. Así defendió a Yolanda Díaz como líder de Sumar, formación de la que Íñigo Errejón era portavoz hasta que no se pudo ocultar más sus presuntas fechorías. Y es que Jorge Javier Vázquez no se siente defraudado solo por el protagonista del escándalo, sino también con sus compañeros de partido por no haber sabido actuar a tiempo y en la justa medida: “Qué mal. Tristeza, decepción, sabor amargo de impotencia y fracaso”, es el cóctel de emociones que se amontonan en los adentros del comunicador, ahora en su faceta como bloguero para la revista ‘Lecturas’, en la que emplaza sus pensamientos más personales.

“Por buscarle un lado positivo a este asunto tan feo: que las mujeres ya no se callan. Que denuncian”, trata de subrayar un aspecto que ofrece cierta esperanza para que este tipo de situaciones no se normalicen y sean denunciadas. El silencio tan solo favorece al agresor, que continuará actuando sin consecuencias. Hasta ahora. La periodista Cristina Fallarás ha servido de vehículo, a través de su cuenta de Instagram, para que muchas mujeres se sientan cómodas para contar lo que han callado durante demasiado tiempo. Testimonios anónimos que animó a la actriz Elisa Mouliaá a romper su silencio y presentar la primera denuncia contra Íñigo Errejón, a la que se le han ido sumando cada vez más en un efecto ‘Me too’. Algo que desde el partido se estaba tratando de controlar para que no terminase afectándoles, como así ha terminado sucediendo cuando todo se ha desvelado. Jorge Javier no se lo perdona: “Cómo ha podido suceder algo así en Sumar. Cómo ha podido Íñigo Errejón comportarse así. No se entiende. Como tampoco se entiende que todavía no haya pedido perdón”, después de haber reconocido la autoría de las acusaciones a su jefa, Yolanda Díaz.

Actress Elisa Mouliaa at photocall for premiere documentary movie of 'Pintores y Reyes del Prado', in Madrid, on Wednesday 04, December 2019Victor J BlancoGTRES
Jorge Javier Vázquez tenía una idea realizada sobre quién era Íñigo Errejón, pero estos esquemas se le han venido debajo de golpe. Ahora redefine al político como “un hombre inteligente, listo, cultivado. Y, por lo que estamos viendo, profundamente hipócrita”. Pero también habla de su víctima más reconocida, Elisa Mouliaá: “Veo que se ha puesto a contestar a gente que le reprochaba su comportamiento. Me apena que entre ahí. Intentar debatir con un cafre es una lastimosa pérdida de tiempo. No solo no lleva a ninguna parte, sino que te provoca más dolor, más sufrimiento. Ojalá sea capaz de no entrar al trapo”. Y es que sabe que le queda un largo camino que recorrer en los juzgados y le recomienda no desgastarse demasiado dando explicaciones a quien no está interesado en entenderlas. Para él, lo importante es subrayar que “la caída de Íñigo Errejón es una victoria –otra más- del feminismo. Las mujeres han logrado cargarse a un hombre muy poderoso. Bravo por ellas. La lucha continúa. Creo que utilizar este caso como arma arrojadiza contra una formación política es una equivocación. No es eso, al menos no es solo eso. Es un problema estructural que hay que atajar de una manera quirúrgica. Caiga quien caiga. Sin contemplaciones”.