Entrevista

Harry no deja que Meghan Markle vuelva a Reino Unido: tiene miedo

El príncipe tiene un miedo muy presente en su vida. Ya le hizo huir de su país, pero ahora le impide que su esposa regrese

El príncipe Harry junto a Meghan Markle
El príncipe Harry junto a Meghan MarkleInstagram

El príncipe Harry ha vuelto a hablar sobre los conflictos que le separa de su familia, cuando pretendía quejarse del asedio que ha sufrido por parte de los medios de comunicación. Lo ha hecho en el documental ‘Tabloides a juicio’, emitido este viernes 25 de julio, en la cadena ITV, donde ha detallado cómo fue espiado a través de escuchas telefónicas para conocer sus movimientos y que luego fuesen reflejados en los titulares con jugosos enfoques. Algo que denunció y cuyas pretensiones judiciales vio cumplidas, aunque le haya dejado un mal recuerdo. De hecho, parte de la culpa de que Meghan Markle no vuelva a pisar el Reino Unido desde la muerte de la Reina Isabel II de Inglaterra reside en el miedo que el príncipe ha cogido al odio que despertó su mujer. Vivió un nivel de acoso tal, entre falsas noticias, presiones y amenazas, que su vida se convirtió en un infierno dentro de una jaula de oro.

El príncipe Harry y Meghan Markle con su hijo Archie, hermano mayor de Lilibet
El príncipe Harry y Meghan Markle con su hijo Archie, hermano mayor de LilibetTOBY MELVILLE / POOLAgencia EFE

El hijo díscolo del Rey Carlos III ha confesado que no siente que sea seguro que su esposa regrese a Reino Unido: “Sigue siendo peligroso y lo único que hace falta es un actor solitario, una persona que lea estas cosas y actúe en consecuencia”, se quejaba el príncipe Harry de lo incapaz que se siente para proteger a Meghan Markle de cualquier amenaza. Su vida corre peligro, pues son muchos los que han declarado su odio a la actriz por el tono de su piel o por haber afectado a la imagen pública de la Corona. De ahí el miedo de Harry: “Ya sea un cuchillo o un ácido, lo que sea, son cosas que me preocupan genuinamente. Es una de las razones por las que no traeré a mi esposa de vuelta a este país”, ha sentenciado con rotundidad.

Un miedo a que le pueda pasar algo que se ha extendido también a sus hijos. De ahí que decidiesen romper lazos con la Familia Real británica y establecerse al otro lado del charco, en Estados Unidos, en 2020. Aquí sienten la libertad de poder ser dueños de sus propios destinos, no solo por sentirse más a salvo, sino también sin ataduras para emprender lucrativos negocios. Su libertad económica les ha generado ya grandes beneficios, aunque su seguridad no está del todo asegurada en su exclusiva urbanización en California, pues han sufrido ya algún que otro asalto a su domicilio, incluso la amenaza de osos les ha puesto en jaque. Pero regresar a Reino Unido no es una opción ahora, más si se tiene en cuenta que se le ha retirado la protección policial que gozaban antes, al haber dejado de ser miembros en activo de la corona. Algo que el príncipe Harry llevó a la justicia, aunque el Tribunal Superior no respalda su queja, así como tampoco su oferta de pagarla de su propio bolsillo. Si es privada, deberá buscarla él y costeársela él mismo, sin contar con recursos públicos.

Pero el acoso de los medios de comunicación no solo ha supuesto la ruptura de Meghan Markle con Reino Unido, al haber incentivado el odio que le hace sentirse insegura. También esta presión mediática ha sido una pieza clave para explicar por qué el príncipe Harry ha roto lazos con su familia. Él mismo lo reconoce en el citado documental de la ITV, que tras demandar al gigante Grupo de Periódicos Mirror, se produjo un punto de inflexión en su relación con su padre y su hermano. De hecho, él mismo habla de “destrucción de la relación”, siendo contundente con la definición de su vínculo actual, siendo el problema de los medios gran “parte de la grieta” que les mantiene distanciados. El duque de Sussex ganó la demanda contra que suponía una cruzada contra los medios, pero no ha ganado la batalla en el terreno público: “Todo lo que digo sobre mi familia da lugar a un torrente de insultos por parte de la prensa”. Algo que incluso querría frenar con la ayuda de su propia familia: “Yo ya dejé muy claro que esto era algo que había que hacer. Y sería bueno que lo hiciéramos como familia”. De hecho, aunque le haya costado perder el afecto de los suyos, siente que ha hecho lo correcto.