Videollamada familiar, arroz y galletas en la Nochebuena de Daniel Sancho

Navidades negras para Daniel Sancho. Preso en una cárcel tailandesa, a la espera de juicio y alejado de su familia, el hijo del actor Rodolfo Sancho vivirá una Nochebuena triste y penosa, quizá aliviada con una videollamada para hablar unos minutos con su familia, y galletas y arroz de menú, compartido con el resto de reclusos de la prisión de Koh Samui, aunque probablemente haya encargado otras viandas que le suministran desde fuera del recinto penitenciario. Al igual que ocurre con aquellos encarcelados que se pueden permitir ese gasto.

Las noticias que nos llegan desde Tailandia presentan a un Daniel integrado en la dinámica diaria del centro, haciendo ejercicio, leyendo mucho y relacionándose con otros presos que hablan inglés. Desde que lleva allí no ha sufrido problemas y tampoco los busca. Es un hombre tranquilo y, dicen, muy agradable y simpático.

En Madrid, la que lleva peor la situación de su nieto es su abuela, Noela Aguirre, que tiene en mente desplazarse a Tailandia a principios del 2024, aunque sus hijos le recomiendan que no lo haga porque es un viaje demasiado largo y pesado.

La viuda del recordado Sancho Gracia y Daniel están muy unidos, todas la semanas salían a comer juntos y su relación es inmejorable. Lógicamente, el sufrimiento de Noela no se puede definir con palabras. Tras fallecer su marido, después de cuarenta y tres años de matrimonio, el hoy recluso vivió con su abuela una larga temporada. Era su ojito derecho. En estos momentos les separan miles de kilómetros.