Una nueva explicación
Tamara Falcó e Íñigo Onieva: lo suyo no es una crisis, es solo yoga
Una de las versiones que se han ofrecido para explicar por qué la marquesa de Griñón duerme lejos de su marido estas semanas es que tiene trabajo y practica deporte
Los rumores de crisis entre Tamara Falcó e Íñigo Onieva no cesan, pese a los intentos de los protagonistas de calmar las aguas y recuperar la paz. Sus movimientos no ayudan a esclarecer lo que sucede en su matrimonio, mientras que ellos se afanan en decir que están bien, así como lo han hecho también públicamente las suegras, Isabel Preysler y Carolina Molas. Por mucho que se trate de zanjar el tema sobre su supuesto distanciamiento, su situación sigue acaparando todas las miradas y copando titulares por doquier. Pero ahora se ha ofrecido una inesperada explicación que daría sentido a todo, especialmente al motivo por el que la marquesa de Griñón no estaría durmiendo al lado de su marido en su nuevo ático.
Los rumores de crisis y supuesta separación entre ambos surgieron cuando protagonizaron una acalorada discusión en un famoso restaurante de Madrid. Él terminó marchándose cabreado y ella lo hizo después con dos amigas por su lado. Desde entonces ha habido noches en las que han estado separados y la actitud frente a la prensa ha cambiado radicalmente. Ya no toleran preguntas y tan solo quieren responder aquellas que realizan desde su revista de confianza, lo que hizo a Tamara Falcó estallar en ‘El Hormiguero’ con quejas, como ya hizo días antes su marido a pie de calle.
Pero su distanciamiento tendría una explicación. La marquesa de Griñón ha estado buscando refugio en casa de su madre, pero ahora se dice que no por lo que se cree, sino que todo responde al trabajo y al yoga. Según ha detallado el periodista Carlos Gimeno, el motivo real por el que ha dormido en casa de Isabel Preysler no responde a ninguna crisis matrimonial, sino a su trabajo y a una afición que comparte con ella y que realizaría a primera hora de la mañana: “Se llevan a cabo muchas reuniones de trabajo allí, en casa de su madre. A veces termina tarde y decide quedarse”. Pero hay más, “Tamara Falcó va a casa de su madre a las ocho de la mañana para hacer yoga juntas. Ella sale de su casa antes de que llegue la prensa, a las siete y media de la mañana, y cuando los fotógrafos llegan a casa de Isabel a las nueve la ven salir y creen que ha dormido allí, pero no es así”, sostiene.
Algo que vendría a confirmar las palabras de la propia Tamara Falcó, al hacer frente a los rumores de crisis y separación de Íñigo Onieva. Son muchos los motivos puestos sobre la mesa para explicar su distanciamiento, incluso los motes que los amigos de ambos le han puesto a él, pero la marquesa de Griñón quiso ser clara que estos rumores “son cíclicos”, pues con cierta regularidad tiene que enfrentarse a ellos: “Cada 15 ò 20 días”. Ella se quejaba de ello en ‘El Hormiguero’: “Hay muchas noticias que son mentira. Hay periodistas detrás de mí diciéndome barbaridades sobre mi familia, mi marido… no tengo por qué aguantar eso”, asegura la aristócrata, que tan solo se siente cómoda en sus exclusivas para ‘Hola’, pero no cuando no es quien controla las informaciones sobre su vida personal: “Intento que esto no me agobie. Me he mudado a un sitio donde entro con mi coche, nadie tiene acceso a mí, tengo el gimnasio en el edificio. Yo no me escondo, pero sí me protejo. Una cosa es que te pidan una foto y otra que te acosen”, denunciaba.
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