Opinión
Los sábados de Lomana: Puigdemont, la venta de España y el príncipe de Dinamarca
"Lo que no se ha debido de percatar el señorito del flequillo es con quién se la está jugando"
Hay días que no debían amanecer, porque vamos de indignacion a sorpresa y de ahí a dolor. Cómo duele si eres un español con respeto y amor a tu Patria que un partido y un indigno presidente en funciones que ha perdido las elecciones, aunque él no se dé por enterado, humille al Estado y a todos los españoles por seguir en la Moncloa cometiendo barbaridades y creando por decreto ley, sin consultar con nadie, leyes solo para favorecer a los «malotes» que odian a España y solo quieren su destrucción. Pero no lo van a conseguir, estoy segura. A pesar de pactar la amnistía total con «Puchi» y negociar un referéndum. De perdonar a todos los que malversaron, prevaricaron, y de tener a todas las asociaciones de jueces y fiscales, Inspectores de Hacienda y la calle que lo rechaza. A Pedro Sánchez le importa un comino. Puigdemont está que se sale de gozo dando instrucciones y jactándose de tener a España doblegada, amenazando que, en cuestión de pedir, esto no ha hecho más que empezar. Lo que no se ha debido de percatar el señorito del flequillo es con quién se la está jugando. Este mentiroso compulsivo que es Sánchez ya saben ustedes que puede cambiar. Él no tiene problemas al decir que «donde dije digo digo Diego». Hay otro refrán muy vulgar, pero es que cada vez que veo a los indepes felices anotando todo lo que van a pedir en su carta a los Reyes, se me viene a la cabeza y visualizo a Pedro con su sonrisa cínica: «Prometo prometo hasta que te la meto»... Y ya saben lo que sigue...
Todos hemos sentido cómo los socialistas abandonan todo aquello que nos unió en la Transición, pero hay algo que no aceptan personas dentro del partido, como García Page, que no están para nada de acuerdo con la amnistía ni las prebendas que se pretenden dar a la minoría independentista, que no son nada en la sociedad catalana. Es un agravio al resto de las comunidades. Señor García Page, es tan fácil como decirle a su grupo parlamentario que ese día no vaya a votar. Con solo cuatro votos menos se soluciona este gran problema. Volvemos a elecciones y asunto concluido. Nunca podré entender cómo es posible que no se haya cambiado esta absurda Ley Electoral que nos tiene bloqueados por la ambición de un elemento dañino para el Congreso y para la sociedad. Hay que impedir la voladura del Estado de Derecho. Se pretende juzgar a los jueces, para doblegarlos a sus caprichos. Hoy, cuando he visto a los del PNV en la cola diciendo que ellos también quieren y el «capo» generoso riéndose y dando todo a 100 como en un mercadillo de Navidad, he sentido lástima. El Partido Nacionalista vasco va a la deriva. No se puede comparar con los mercachifles de Cataluña, que lo único que han hecho es endeudarse y trincar, empezando por el honorable Jordi Pujol, familia unida a la hora de desviar euros hacia Andorra o Suiza llamándoles estampitas que iban para el mosén... ¿o no lo recuerdan? Eso nunca lo ha hecho el PNV. Cuando vives en Euskadi, como he hecho yo gran parte de mi vida, sientes que los impuestos que pagas repercuten en una mejor calidad de vida, que las carreteras son las mejores, la sanidad tiene una calidad extraordinaria, la atención en la administración pública es impecable y la fiscalidad no amenaza ni asusta con esas ganas irrefrenables de recaudación. Por eso no soporto que tengan que rendir pleitesía a una persona que no merece ningún respeto. En Euskadi se han transferido prácticamente todas las competencias y, en general, están bien gestionadas. Al menos cuando yo vivía no había despilfarro público.
Podría, para reírnos un poco, hablar de las fotos de Genoveva Casanova con el heredero al trono de Dinamarca. Pero eso no va a ninguna parte. En Dinamarca están muy entretenidos con el chascarrillo. Y Genoveva encantada. Why not?
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