Desde hace casi una década, Brad Pitt y Angelina Jolie llevaban tratando de llegar a un acuerdo para la firma de su divorcio. Sin embargo, esta resolución no habría sido posible sin la ayuda de Inés de Ramón, la actual novia del actor de «Seven». Según fuentes cercanas a Pitt y a la diseñadora de joyas española, «Inés influyó en Brad para que finalmente llegara a un acuerdo», ya que «De Ramón le dejó claro a Pitt que cerrar este capítulo sería fundamental para construir una vida juntos».

Tras años de dura batalla legal, por fin la pareja de actores han firmado el divorcio. Así lo confirmaba James Simon, abogado de la actriz de «Maléfica», aunque sin dar más detalles. «Hace más de ocho años, Angelina solicitó el divorcio del señor Pitt. Ella y sus hijos abandonaron todas las propiedades que habían compartido con el señor Pitt y, desde entonces, se ha centrado en encontrar la paz y la sanación para su familia», destacó Simon a la revista «People». «Esta es solo una parte de un largo proceso que comenzó hace ocho años. Francamente, Angelina está agotada, pero se siente aliviada de que esta parte haya terminado», añadió.

Luz tras la oscuridad

«Ella no habla mal (de Pitt) ni en público ni en privado. Ha estado esforzándose por encontrar la luz después de una época oscura», añade una fuente cercana a Jolie. Por parte del actor no ha habido confirmación personal ni a través de su representante legal.

Los principales puntos de desacuerdo en la pareja eran la custodia de los seis hijos en común (algunos han renegado incluso del apellido Pitt), así como la propiedad que ambos compartían al 50 por ciento en el Château Miraval, su casa de la Provenza.