La baronesa Thyssen ha querido despedirse de uno de sus rincones predilectos, su casa en Mallorca, donde ha emplazado tan buenos recuerdos durante más de 30 años. Se trata de una joya inmobiliaria en Palma de Mallorca que adquirió en la década de los años 90 junto a su marido, Hans-Heinrich Thyssen, quien no llegó a poder disfrutar de su inversión en la costa balear. Ahora, Tita Cervera ha decidido desprenderse de este recuerdo, tal y como ha publicado ‘Vanitatis’ este miércoles, aunque destacando que es la tercera vez que trata de ponerlo a la venta, pero el futurible dueño parece estar esquivo y nunca llega a cerrar tratos.

Parece difícil pensar que esta impresionante mansión no despierte el interés de familias con bolsillos resueltos o inversores. La residencia está emplazada en la zona de ‘El Terreno’, una de las más exclusivas, pero en los tres intentos de venta, siempre han terminado por desistir en su empeño. Quizá el problema esté en el privativo precio que se solicita por ella.

En un primer momento quiso venderla tres años de comprarla por 2 millones de euros. Se aparcó la idea hasta años más tarde, cuando se había revalorizado y la puso a la venta por 6,5 millones de euros, pero no supuso un reclamo suficiente, por lo que rebajó el precio. Después se hartó y alquiló la vivienda, pero de esto también se ha cansado, por lo que vuelve a colgarle el cartel, pero esta vez por 5,5 millones de euros.

La baronesa Thyssen vio en esta mansión en Mallorca un sueño cumplido. La adquirió en los años 90, aunque la construcción data de 1873. La remodeló a su gusto y la modernizó según las últimas tendencias en diseño, pues quería que sus escapadas a la isla fuesen de lo más placenteras. Aunque cada vez eran más anecdóticas, dado que no le ha terminado el uso que se propuso cuando la compró. Por eso ha querido volver a probar suerte y ponerla a la venta, con la esperanza de que haya quien pueda sacarles el máximo provecho a sus estancias, decoradas con mimo en tonos blancos y azules.

La casa que ya no cumple con los requisitos marcados por Carmen Cervera cuenta con 2.300 metros cuadrados, donde se levanta una piscina privada muy coqueta. De hecho, incluye dos viviendas, pues hay otra más pequeña para recibir visitas sin necesidad de entorpecer la rutina familiar. Pero en la mansión en sí hay espacio suficiente para recibir amigos, pues cuenta con seis dormitorios y cinco cuartos de baños, todos equipados con todo lujo de detalles. Uno de los principales atractivos de la vivienda de la baronesa Thyssen es su azotea, que ofrece unas impresionantes vistas de la isla y el mar Mediterráneo.