Reflexión
Isabel Pantoja, de viuda de España a fría madrastra
La artista se ha mudado a un chalé de mil metros cuadrados con siete habitaciones y once cuartos de baño. ¿Y para qué tanta casa si en el camino ha perdido a hijos, nietos y amigos?
Ya no quedan artistas donde la vida privada supere en demasiadas ocasiones a la vertiente laboral, como sucede en la existencia de la folclórica. Isabel Pantoja pasó de ser la viuda de España a madre adoptiva y novia del alcalde delincuente, con estancia en la cárcel por blanqueo de capitales. Salió tocada y nunca más volvió a ser la misma. No tiene trato con la prensa y sus conciertos no van acompañados de entrevistas previas.
La relación con sus hijos es nula. En el caso de su primogénito es entendible. La acusó de llevarse su herencia, de dudar de la paternidad de Paquirri y de asegurar que su madre estaría mejor en la cárcel. Pantoja le perdonó y acudió al hospital ante el último ingreso del hijo, que la echó. A partir de ese momento, nunca más quiso tener relación y tampoco con las nietas. En cambio, choca la actitud que Pantoja ha tenido con su hija Chabelita. Ni fue a su boda ni apareció en la habitación tras la operación de urgencia de apendicitis, ni tan siquiera la llamó.
Estos desaires y desapegos que son difíciles de entender han servido para que Isa por fin se decidiera a contar su historia como adoptada. Sigue manteniendo que quiere mucho a su madre y que está muy agradecida, pero se han aireado comidas donde nadie, ni abuela ni tío, hablaba a la adolescente o visitas a ginecólogos para que certificasen la virginidad (o no) de la joven. Capítulos muy tristes, donde Chabelita sufrió por segunda vez el abandono. La frase «me adoptó y me abandonó, como quien abandona a un perro» es desgarradora. Hasta los fans de la cantante no han tenido más remedio que admitir que fue más madrastra que madre.
Luego, está el tema de los fenómenos paranormales en Cantora.Y esto no es una invención periodística, sino revelaciones de sus hijos en la televisión. Pantoja contó a sus hijos que la princesa Diana de Gales se había aparecido en sueños para despedirse un día antes de morir. Chabelita llegó a ver el espíritu de Paquirri cuando era pequeña, y le hablaba a través de un cuadro. Y aún hay más en este serial de nunca acabar. La moto Honda que Isabel le regaló previa a la boda se ponía en marcha en mitad de la noche. Pantoja ha dejado, por fin, su «Cuarto Milenio» en forma de Cantora. A pesar de lo que se ha dicho, seguirá siendo su cuartel general hasta que llegue una oferta que le interese. La artista se ha instalado en una mansión en Madrid que comparte con su hermano Agustín. Un chalé de mil metros cuadrados con piscina, siete habitaciones y once cuartos de baño. La pregunta es para qué quiere tanta casa si en el camino ha perdido a hijos, nietos y amigos.