El ganador del Lamborghini de Shakira lo pone a la venta. ¿Qué piensa ella?

La historia comienza con la compra de un Lamborghini Urus. Lo adquirió Shakira poco después de romper con Gerard Piqué. Un automóvil de color morado con el interior en tono pistacho y blanco, que, según la cantante, simbolizaba "la libertad individual que experimentaba entonces".

Pies bien. Tiempo después decidió regalar el lujoso automóvil a uno de sus fans. Tras un sorteo, el agraciado fue Michael Mejía, quien, a pesar de lo feliz que se siente, la realidad le ha devuelto al problema que supone mantener un coche de tal envergadura.

Aunque la colombiana le regaló también noventa mil dólares para diversos gastos, Michael reconoce que no puede seguir desembolsando el dineral que sigue necesitando el bólido. Su situación económica no se lo permite, y ha decidido sacar el auto a la venta, seguramente mediante una subasta que le reportará grandes beneficios, habida cuenta de su carácter exclusivo y de quien fue su primera dueña.

A Shakira no le molesta la decisión de Mejía, lo entiende perfectamente, y ya ha dicho que lo importante es que su fan saque partido a un regalo de estas virtudes.

El afortunado deja muy claro que "un hombre con un nivel económico como yo no puede hacer frente a los costes mensuales, que ascienden a más de dos mil quinientos dólares. Está claro que es un auto destinado solamente a millonarios".

Lo que en principio parecía un presente envenenado puede pasar a solucionarle la vida a su actual propietario.